Tenis

Alcaraz somete a Tsitsipas y pasa a semifinales de Roland Garros

Su rival será Jannik Sinner, quien acaba de lograr ascender al número 1 del ranking

El trono de Roland Garros ha quedado desierto con la retirada de Novak Djokovic por una lesión de rodilla. Con o sin el serbio Carlos Alcaraz tenía entre ceja y ceja llevarse la Copa de los Mosqueteros, la que vio levantar catorce veces a Rafa Nadal, el otro campeón que abandonó el torneo antes de tiempo, como el suizo Stan Wawrinka, el otro jugador en activo dentro del palmarés del Grand Slam parisino.

El murciano, 21 años y nº 2 mundial, hizo cuartos en 2022 (Alexander Zverev) y semifinales en 2023 (Novak Djokovic). La cadencia invita a la final, pero no se conforma con mejorar su resultado en la capital francesa. "Buscamos ganar el torneo. Si no lo hacemos es un sabor agridulce", avanzó una vez comprobó que la reciente lesión muscular en el antebrazo derecho no sería un impedimento para rendir a su mejor nivel.

Cada día es un Alcaraz más reconocible. Una fuerza de la naturaleza con recursos tenísticos ilimitados e inventiva y descaro para desarrollarlos. A lo que va añadiendo una disciplina en la táctica, con su técnico Juan Carlos Ferrero bien atento a ello. Sabían cómo hacer daño al griego Stefanos Tsitsipas, cuyo revés a una mano abre el abanico del ataque. Y llegó el sexto triunfo de Alcaraz sobre el heleno, 25 años y nº 9. Contundente, en tres sets como doce meses atrás en la misma situación: 6-3, 7-6 (3) y 6-4 en 2h.15'. Cierre con una volea de terciopelo. 

Alcaraz destrozó a Tsitsipas. Fue a por él porque quería llegar lanzado al próximo compromiso. Desafió ya a quien será el lunes después del torneo nuevo número uno mundial, al italiano Jannik Sinner, 22 años, con quien disputará este viernes la semifinal esperada y deseada en Roland Garros. El nuevo clásico del tenis mundial tendrá un noveno episodio, que desempatará una serie que está 4-4 desde que el español se impusiese meses atrás en las 'semis' de Indian Wells por 1-6, 6-3 y 6-2.

El vigente campeón de Wimbledon contra el rey del Open de Australia y hasta ahora mejor tenista de la temporada, que ha dejado de sufrir en la tierra batida porque ha mejorado su condición física. Aunque el antecedente en esta superficie es anecdóticamente favorable a él gracias a un 6-7, 6-1 y 6-1 en la final de Umag.

Será la quinta semifinal de Grand Slam de Alcaraz y la tercera de Sinner, que ha superado los cuartos de su debut en París, en 2020.  Y quien sobreviva partirá como favorito en la final, sea con el noruego Casper Ruud, el alemán Alexander Zverev o el australiano Alex de Miñaur.

La lesión de rodilla de Novak Djokovic supuso el ascenso directo de Jannik Sinner al nº 1, pero tanto él como Carlos Alcaraz normalizaron su jornada. Si el italiano aplacó a Grigor Dimitrov con suficiencia, 6-2, 6-4 y 7-6 (3), el murciano despachó con autoridad la sesión nocturna. Nada de coquetear con entrar en la madrugada y añadir piedras en su camino. Directo a por Tsitsipas.

"Stefanos, Stefanos", atronó la central compadeciéndose del griego, que estaba siendo triturado desde el 'break' del juego inicial. Un parcial de 5-0 supuso poner en el marcador un meridiano 6-3, 3-0. Los ánimos de la grada, el orgullo de un campeón de Montecarlo, top-10, finalista de Roland Garros 2021, dieron para que el heleno maquillase la situación con una breve recuperación que sepultó Alcaraz en el 'tiebreak'.

Tsitsipas, superado, inició sus quejas a la jueza de silla, la francesa Aurelie Tourte. "Nunca me quejo de esto, pero es frustrante. Cuando estoy a punto de pegar., justo momentos antes de pegar, todavía escucho el gruñido", señalaba el heleno a una árbitra que hizo caso omiso del tema.

"Lenguaje corporal y a por el él", invitaba Ferrero a Alcaraz. Dicho y hecho. Lo resolvió en el tercer set aplacando a un más encendido Tsitsipas. Casi pega un pelotazo en un smash a placer a Charly, que miró retador forzando la disculpa inmediata del griego.

Alcaraz se hizo respetar en todos los sentidos, porque fue mejor sin discusión. Le tiene bien tomada la medida a Tsitsipas. El público quería más tenis, hizo la ola durante dos minutos antes de que sacara el español para partido. Gritaron 'Stefanos, Stefanos' una vez más. Pero Carlitos estaba para sus cosas. Rematar a tiempo.

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