Menos inauguraciones y más y mejor conservación de lo existente
En estos últimos meses y los que nos faltan hasta las próximas elecciones nos estamos atragantando de nuevas obras, inauguraciones y puestas en escena de la foto de rigor y en distintos barrios, para embelesar al ciudadano y darle a entender con no poca dosis de engaño que el actual equipo de gobierno está con ellos y atiende sus demandas, como ha ocurrido con el trasvase, soterramiento, plaza de toros, aparcamiento, control de explotación de los acuíferos, etc.
Aunque Villena es una ciudad un tanto pobre en patrimonio, de todos es sabido lo que nos cuesta mantener nuestros edificios emblemáticos en perfecto estado de revista. Que tengamos que gastar dinero en construcciones del siglo XVI y anteriores es normal, pero que obras ejecutadas e inauguradas por el equipo de gobierno en esta legislatura se encuentren en lamentable estado de deterioro y se tenga que reinvertir en ejecutarlas de nuevo para que tengan el uso para el que fueron concebidas nos parece lamentable. Nos estamos refiriendo al eje Santiago, Santamaría, calle Maestro Caravaca, Baja y parte de la calle Rulda.
Calle Rulda: La rejilla de recogida de aguas existente en su intersección con C/ Nueva se encuentra a tope de suciedad, papeles, plásticos y todo tipo de desperdicios.
Calle Baja: A la altura del nº 42 falta un bolardo. Entre C/ Francisco Menor y la bajada de la Tercia el pavimento tiene más surcos que los existentes antiguamente en los caminos como consecuencia del paso de los carros, losetas levantadas sin agarre a la base, en fin, una calamidad. La rejilla de recogida de aguas en la bajada de la Tercia, en peor estado que la anterior. El resto de pavimento de losetas hasta la Plaza de Santamaría tiene poco aprovechamiento.
Plaza de Santa María: Tres sectores definen esta plaza, la plataforma superior con pavimento de madera sin tratar y por efectos del agua y el sol en mal estado, y tablas levantadas; la plataforma intermedia, pavimentada de pizarra, faltan piezas y está en mal estado; la plataforma inferior pavimentada con losas de granito sin sujeción a la base, levantadas, rotas y bolardos retirados y no repuesto el pavimento, en definitiva una vergüenza de plaza.
Calle Maestro Caravaca: El pavimento de placas de mortero de cemento, en pésimo estado, levantado y al no existir aceras en la parte superior se hace casi intransitable esta calle, y no hablemos de la rejilla de recogida de aguas, tiene más basura que el contenedor cercano.
Calle Mayor: Para tener un nombre tan grande y rimbombante, qué pena el estado de conservación, sobre todo el ensanche lateral al ayuntamiento, ni las losas de hormigón, ni las placas de granito tienen aprovechamiento, rotas, desniveladas, mal sujetas en fin, una ruina.
Qué pena da ver una obra tan reciente y que ya la tengamos que catalogar casi, casi, como el Cabezo Redondo, Terlinques o cualquiera otra de las ruinas prehistóricas que existen en Villena. ¿No les parece, señores del equipo de gobierno, que en vez de la fiebre de la inauguradora que les ha entrado en vísperas de las elecciones sería interesante consolidar lo existente y evitar el deterioro progresivo que sería más caro el día de mañana? En su descargo les diré que hemos visto con gozo el 7 de febrero como varios empleados de la Brigada de Obras estaban reponiendo unas losetas en la puerta del ayuntamiento. Y otra pregunta: ¿la empresa constructora tiene alguna responsabilidad en el estado en que se encuentran todas las calles mencionadas?
Cada día están poniendo Villena más fea.
