Café Congo: Cómo ayudar a los más necesitados tomándonos un café menos al mes
Una veintena de vecinos y vecinas de Villena están ya colaborando con una iniciativa solidaria que pretende, con una aportación económica irrisoria, favorecer la escolarización de los más pequeños en la República Democrática del Congo, territorio que lleva 10 años en guerra. Mujeres y niños son las principales víctimas de un conflicto ya olvidado.
Para conocer más sobre esta iniciativa, que tiene por nombre Café Congo, EPdV se ha reunido con Nieves Ramos, conocida en Villena por su labor al frente del centro El Cerezo. Ella misma nos relata que, con motivo de unas jornadas celebradas en Alicante sobre Conflictos olvidados, tuvo la oportunidad de conocer a Mathilde Muhindo, cooperante y directora del centro Olame, en la ciudad de Bukavu, donde trabaja ayudando a mujeres y niños en uno de los puntos más calientes de la tierra, la frontera entre el Congo y Ruanda, un lugar donde se concentraron más de 2 millones de desplazados de la etnia Hutus tras el genocidio provocado por sus rivales Tutsis. Desde entonces, la guerra se instaló en aquella región, donde en la actualidad hay tres grupos militares enfrentados, aunque el conflicto dejó de ser noticia para los medios occidentales. Todo ello, sumado a la pobreza extrema de los habitantes (que no del país, cuya riqueza natural y mineral es expoliada por las multinacionales con la anuencia de las corruptas clases dirigentes) y a una auténtica pandemia de sida, configura el auténtico retrato del subdesarrollo, que fue relatado por la propia Mathilde Muhindo en una reunión con las integrantes del Consejo de la Mujer de Villena.
La vida allí es un auténtico milagro
Tras tener conocimiento de esta situación, Mary Nieves Ramos viajó hasta allí, donde pudo comprobar de primera mano que la vida es un auténtico milagro en medio del cual florecen, a pesar de la violencia institucionalizada, hospitales, centros para discapacitados y escuelas, todo ello impulsado por la sociedad civil: organizaciones no gubernamentales, y muy especialmente la iglesia, sin contar con apoyo alguno del gobierno local.
Tras su regreso, relató la experiencia en una reunión en la Casa de la Cultura y hubo quien se decidió a dar un paso adelante con la intención de apoyar alguno de estos proyectos y sacar la situación del olvido. Para ello, se ha decidido colaborar con la escuela Kamole, en la localidad de Kabare, un centro que gestiona el antes citado centro Olame, con una trayectoria de 50 años de trabajo y dirigido por Mathilde Muhindo. El modo de hacerlo es sencillo: consiste en hacer una aportación económica de 20 euros anuales, cantidad con la que se garantiza la escolarización de un niño o niña elegido por el propio colegio en función de sus circunstancias. Las personas interesadas pueden recibir más información en el teléfono 652 795 048 o a través de la dirección electrónica cafecongo@gmail.com.
Nuevo proyecto solidario
Independientemente de este proyecto, se está trabajando en otro relacionado con la reforestación de la zona, una forma de recuperar el entorno y las condiciones de vida de los habitantes de la región al mismo tiempo que se crea empleo. Para ello, las impulsoras de Café Congo se van a dirigir a los ayuntamientos que contemplan subvenciones para proyectos de cooperación internacional. En el caso de Villena, puesto que este colectivo no es una ONG, no puede concurrir al concurso de adjudicación de subvenciones, aunque se está buscando alguna fórmula alternativa.