Soy una de las 30.000 personas de Villena que no estuvimos en la apoteósica reinauguración de la plaza de toros. No estuve presente, pero me han contado personas que sí estuvieron que allí ocurrieron cosas cuando menos extrañas.
1. Me han contado que representantes de algunas asociaciones se enteraron de que iban a participar en el ruedo 24 horas antes del evento, cuando creían que habían sido invitadas únicamente para presenciar el acto.
2. Me han contado que cuando llegaron a la plaza, dispuestas a que les explicasen en qué consistía su colaboración, tuvieron que soportar largas esperas, confinaciones en determinados espacios, prohibiciones de acceso a otros hechos, que hicieron que algunas personas abandonaran el recinto disgustadas.
3. Me han contado que solo tres asociaciones de carácter socio sanitario como son AMIF, APADIS Y AFEPVI, formaron parte del espectáculo ¿por qué estas y no otras? Puestos a dar participación podían haberla hecho extensiva a todas las de este ámbito, o mejor aún, a todas las asociaciones de Villena, pero eso sí, deberían haber cursado la invitación explicando con claridad el motivo de la misma, es decir, si tenían que actuar. Y lo que es más importante, cursarla con la debida antelación, pues esto hubiera permitido que las asociaciones en cuestión decidieran en sus respectivas juntas si querían participar o no. Pero ¡claro! A lo mejor eso no interesaba.
