Moros y Cristianos para ignorantes forasteros (I de IV)*
La compasivamente vulgar, desmesurada en epítetos y maratoniana para la voluntad fiesta de Moros y Cristianos de Villena se celebra todos los años a principios de septiembre, y paraliza la vida y el corazón de sus, a día de hoy, más de cuarenta mil almas, y no a todas debido a los mismos sentimientos. Un servidor fue invitado a seguirla con carácter preferente durante el año 2008 para que pudiera contarla más allá de sus fronteras a todos aquellos que todavía viven en la oscuridad por no haber sido expuestos a sus dones transformadores, y lo que sigue es la crónica de tan reveladora experiencia, algo así como un manual de Moros y Cristianos para ignorantes forasteros.
La Fiesta de Moros y Cristianos (en adelante FMC), cuyo programa oficial la condensa entre los días del 4 al 9 de septiembre, es en realidad una especie de ensalada de varios motivos de celebración (fiesta Patronal o Religiosa, fiesta Militar o Alarde y fiesta de Moros y Cristianos, siendo ésta última, curiosamente, la más moderna de las tres, y que, para decirlo suavemente, ha fagocitado a las otras dos, de la misma forma en que el populacho asalta la casa de los señores en esas viejas películas poscomunistas), lo que le confiere ese aspecto algo histriónico en la forma y confuso en el fondo, como que moros acompañen devotamente la imagen cristiana de la Virgen de las Virtudes, o que los moros se conviertan al cristianismo y horas más tarde estén a las puertas del castillo asediando de nuevo a los cristianos, aspectos que no ayudan a que forasteros como yo comprendan las bases históricas de los acontecimientos. Ante la necesidad de aclarar parte de estas controversias, pregunté en la calle a los lugareños, obteniendo por respuesta a) lo importante es la tradición, b) es como siempre ha sido, y c) usted no puede entenderlo porque es de fuera. Cercano a cierta depresión debido a la exclusión que suponía para mi persona la respuesta c, intenté profundizar en el término Tradición, ya que la respuesta b era en realidad una variante de la respuesta a (una variante compleja porque: ¿Qué significa Siempre en una afirmación como esa? ¿Que lo que acontece año tras año es exactamente idéntico a la primera vez? ¿Que es una especie de Día de la Marmota en Atrapado En El Tiempo?), y ambas parecían imposibilitarme a mí, un extranjero, para comprender el fondo de la cuestión. Según la RAE Tradición es: 1. f. Transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres, etc., hecha de generación en generación; 2. f. Noticia de un hecho antiguo transmitida de este modo; 3. f. Doctrina, costumbre, etc., conservada en un pueblo por transmisión de padres a hijos. En definitiva, contemplaban Tradición como todo aquello cuya explicación por otros medios no llega a ser satisfactoria. O sea, la Ley de la Relatividad de Einstein aplicada a las fiestas populares. Entonces comprendí realmente a lo que me enfrentaba, y que debía agudizar mis sentidos si quería mantenerme ecuánime ante lo que iba a contemplar, dado que parecía evidente que estaba en un pueblo en el que primaban los sentimientos sobre la razón.
* (La siguiente crónica fue publicada originalmente en la revista sueca La Escapada Terapéutica)