IU

13 Rosas (comunicado EU Villena)

El pasado 5 de agosto se cumplió el septuagésimo sexto aniversario de un suceso macabro y espantoso para la pobre cultura democrática de nuestro país. Trece mujeres valientes fueron vilmente asesinadas ante un pelotón de fusilamiento conformado por un grupúsculo inhumano de flamantes héroes de la patria, que lograron acallar a la fuerza el espíritu joven y luchador de nuestras protagonistas.
Unas horas antes también fueron fusilados 43 hombres que pasaron a la historia como los 43 claveles. Realmente no fueron 13 rosas rojas, fueron 14, porque Antonia Torre Yela se libró de la ejecución ese día por un error mecanográfico. Finalmente fue fusilada el 19 de febrero de 1940 con tan solo 18 años.

Y alguien podrá preguntarse: “¿por qué afirman con tal vehemencia que nuestra cultura democrática es pobre?” Muy sencillo. Seguimos viviendo en un país en el que no hay un consenso meridianamente claro para poder recordar a aquellos que, al igual que nuestras trece rosas, lucharon, sufrieron tortura, marcharon al exilio o simplemente soportaron en silencio la barbarie de una guerra provocada por los poderosos, con su terrible posguerra y sus cuarenta años de dictadura fascista, que más de uno y de una se atreven a llamar “años de paz”.

No es muy común ir por la calle de cualquier población española, sin importar el tamaño de la misma, y encontrarnos con nombres como “Calle de las trece rosas”, “Calle Salvador Puig”, o “Calle 14 de Abril”, nombres que deberían enorgullecer a cualquier demócrata, sin etiqueta ideológica. Sin embargo, seguimos soportando avenidas, estatuas y monolitos homenajeando a la división azul o al comienzo de la guerra civil, algo inaudito para nuestros colegas europeos, por no hablar de la cantidad de cadáveres que siguen enterrados en nuestras cunetas. Conviene recordar que somos el segundo país del mundo con más personas desaparecidas por motivos forzosos tras Camboya, algo espantoso para una sociedad civilizada.

Saber reconocer a los verdaderos héroes de la libertad no evitará desahucios, ni siquiera impediremos que nos sigan desmantelando nuestra sanidad pública ni conseguiremos un reparto mejor distribuido de nuestra economía. Pero podremos afirmar cargados de orgullo que este país por fin habrá recuperado la dignidad que le fue robada y que tanto tiempo estuvo presa.

Adelina, Ana, Blanca, Dionisia, Carmen, Elena, Joaquina, Julia, Luisa, Martina, Pilar, Victoria, Virtudes, va por vosotras, compañeras.

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba