23 de abril, Día del Libro (con perdón)
Mira que no me gustan los días señalados. Eso de que me marquen en el calendario cuando he de festejar algún acontecimiento lo llevo muy mal. En el Día del Libro el peligro es evidente, el quedarnos sólo en esos días en el que todo el mundo muestra y demuestra con orgullo sus habilidades y derroche de amor al libro, luego a lo largo del año, si te he visto no me acuerdo.
El día del libro tiene sentido en el ámbito escolar o universitario, o en cualquier otro, cuando existe un programa de trabajo serio y mantenido en el tiempo, si no lo hay tan sólo será una fachada ornamental de pancartas, buenos deseos y semanas dedicadas al libro pero sin libros, que sólo sirven para ocultar medianías. Reivindiquemos el libro, claro que sí, pero desde el día a día, desde el trabajo serio y constante de escuelas, institutos, universidades, bibliotecas, mediadores, animadores, escritores, ilustradores, editores, críticos ... y un largo y honroso etcétera de gentes que luchan por su difusión como uno de los más preciados tesoros. Que venga ya el día del libro, pero por favor que nos pille leyendo.
Pedro Villar
Maestro y escritor