28 de abril: Día mundial de la seguridad y la salud en el trabajo
Durante 2022, en España, murieron más de dos personas cada día a causa de la siniestralidad laboral
Tal como nos dicen en su Carta, con motivo de esta celebración, los Obispos de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y Promoción Humana de la Conferencia Episcopal Española:
- La Salud Laboral es una realidad dura, injusta y silenciada: Durante 2022, en España, murieron más de dos personas cada día a causa de la siniestralidad laboral, registrándose 196.425 accidentes, más de 3.277 diarios, y se dieron 22.589 casos de enfermedad relacionada con el trabajo.
- No son números, son personas, hombres y mujeres que, saliendo de casa a ganarse la vida, acaban encontrando la muerte en su lugar de trabajo.
- Se tiende a percibir esta lacra como meros episodios individuales, que atañen sólo a quienes los sufren, achacando lo sucedido a la fatalidad o a la negligencia de los propios trabajadores.
Al respecto Juan Pablo II nos recordaba en la Encíclica “El Evangelio de la Vida”, que:
- la vida es el más sagrado de nuestros bienes... también en el trabajo.
- la persona ha de ser el centro de las relaciones laborales.
- la economía ha de estar al servicio de la vida.
- Y que el trabajo es para la vida. Un trabajo que cuida, contribuye a la restauración de la plena dignidad humana (…) Y en esta dimensión del cuidado entran, en primer lugar, los trabajadores.
Acogiendo las palabras del Papa Francisco: ¡No más muertes en el trabajo! y esforcémonos en lograrlo, se nos convoca a:
- Fijarnos en la realidad para descubrir, visibilizar y denunciar situaciones de sufrimiento.
- Acompañemos a las víctimas y sus familias, acerquémonos a ellas, escuchémoslas, que nuestra presencia las reconforte y sientan que no están solas.
- Colaboremos en el cambio de mentalidad porque estos “sucesos” no son fruto de la casualidad o de la mala
- Potenciemos el asociacionismo, pues el trabajo colectivo es necesario para impulsar políticas que hagan avanzar en este compromiso.
- Apoyemos la labor que los sindicatos y organizaciones empresariales comprometidas llevan realizando a este respecto.
- Reclamemos a las administraciones públicas que velen por el cumplimiento de la legislación laboral.
- Favorezcamos el encuentro y el diálogo entre los agentes sociales con el objetivo de compartir recursos, encontrar vías de cooperación y dar una respuesta más ágil y cercana a las víctimas.
- Y como Iglesia, debemos promover la defensa de la vida en el trabajo, creando conciencia en nuestras comunidades eclesiales y apoyando las iniciativas y campañas, como la que ya lleva a cabo la Iniciativa Iglesia por el Trabajo
Equipo de la HOAC Juan Cantero de Villena