365 días de cine
Abandonad toda esperanza, salmo 113º
Otro año finaliza, y como de costumbre toca hacer balance de lo que hemos hecho y lo que no, lo que hemos vivido a lo largo de los trescientos sesenta y cinco días precedentes y lo que nos queda por vivir de cara al nuevo año.
Si en las próximas entregas les recordaremos algunas lecturas que merecen la pena disfrutarse (y de paso, servirles como recomendaciones para apuntar en la carta a los Reyes Magos), hoy toca hacer el ya tradicional repaso al mejor cine de este 2007; también ha habido bodrios, claro, pero sobre ellos extenderemos un manto de piadoso olvido.
En su último número, la edición española de Cahiers du Cinéma -por cierto, su publicación ha sido una de las grandes noticias cinematográficas del año, y desde aquí recomiendo que le echen un vistazo- pedía a sus lectores que participaran en la votación de lo mejor de la cartelera anual. Y así lo hicimos; ahí van, para el que esto firma, las diez mejores películas del 2007:
Inland Empire, la última genialidad de David Lynch, una reflexión acerca de la identidad, las relaciones emocionales y la propia naturaleza del cinematógrafo que no satisfará a todos los paladares pero fascinará a los que se dejen llevar por su discurso; El truco final, o cómo una película comercial sobre el enfrentamiento entre dos magos permite reflexionar sobre la naturaleza humana a la vez que ofrecer algunos de los mejores momentos del cine fantástico de los últimos tiempos; Zodiac, el Munich de este año, la puesta al día del thriller de los 70 por obra y gracia del cada vez más imprescindible David Fincher; El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, canto de cisne del western crepuscular, un film telúrico y espectral con unos memorables Brad Pitt y Casey Affleck; El buen pastor, soberbia radiografía de los terribles orígenes de la CIA, con la que Robert De Niro demuestra que es tan buen director como actor; 28 semanas después, la gran sorpresa del año, una secuela que supera al original, además de la mano de un director español que triunfa en Hollywood; La vida de los otros, merecidísimo Oscar para Alemania, meticuloso retrato de la Policía Secreta germana y la intelectualidad vigilada; El sueño de Casandra, o la recuperación del mejor Woody Allen tras el patinazo de Scoop; Promesas del este, soberbio film noir del siempre interesante David Cronenberg, casi a la altura de la anterior Una historia de violencia; y, haciendo trampa para votar once títulos y no diez, el proyecto Grindhouse, esto es, Planet Terror y Death Proof, revisitación de la serie Z de la mano de sus más autorizados adalides, Robert Rodríguez y Quentin Tarantino.
Lamentablemente, no hay ninguna cinta española en nuestro Top 10. Pero no queremos despedirnos sin recomendarles tres producciones patrias, que demuestran el buen estado de nuestro cine y que este no solo ha sido el año de El orfanato: REC, un experimento formal de telerrealidad terrorífico como pocos, y que redefine buena parte del género; La soledad, ejemplo de que aquí se hace un espléndido cine de autor más allá de Víctor Erice o Carlos Saura; y Concursante, el mejor guión del año, con un Leonardo Sbaraglia magistral, y que lamentablemente pasó por la cartelera sin pena ni gloria.
Ahora solo resta desearles un maravilloso 2008, que espero compartir con ustedes desde este rincón de El Periódico de Villena, y que deseo venga repleto de alegrías, entre ellas las que suministra una ración del mejor cine.