Este año celebramos un doble centenario: el establecimiento del Día Internacional de la Mujer como día de reivindicación de las mujeres en su lucha por conseguir su derecho al empleo y al voto, y el centenario del derecho de las españolas a la enseñanza universitaria.
Se cumple un siglo desde que la acción de las mujeres de los movimientos sindicales logró que se estableciera en la reunión de la Internacional Socialista de Copenhague de 1910 el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, propuesto por Clara Zetkin, líder del movimiento alemán de mujeres socialistas. En esa reunión participaron más de 100 mujeres de 17 países y establecieron el 8 de Marzo como un día reivindicativo que saca a la luz, año tras año, la situación de injusticia y desigualdad que soporta la mujer en todos los países del mundo y que todavía en el siglo XXI no se ha logrado erradicar.
También se cumple un siglo de la Real Orden de 8 de Marzo de 1910 que autorizó el acceso de las mujeres a la Universidad en España. Este hecho se produjo al poco de ser nombrada Consejera de Instrucción Pública Emilia Pardo Bazán, quien llevaba décadas luchando por la alfabetización y la educación de las mujeres.
Antes de esta orden sólo 36 mujeres habían logrado una licenciatura, tras superar barreras que incluían la autorización por el Consejo de Ministros. Algunas las superaron disfrazándose de hombres (como hizo Concepción Arenal), teniendo que asistir a clase con un acompañante o colocándose en la mesa del profesor porque junto a los demás no era aceptada. Por no hablar de las trabas que les esperaban después para la expedición de esos títulos conseguidos, la colegiación y el ejercicio de la profesión.
Por ello, este 8 de marzo adquiere un valor especial de celebración. Nuestro agradecimiento a todas las mujeres que lucharon por conseguir a las demás lo que era y es obvio, que mujeres y hombres somos iguales en responsabilidades y derechos y que una nueva sociedad en la que estos derechos estén garantizados para todo ser humano, independientemente de cuál sea su sexo, repercutirá en beneficio de todos.
Cien años después de instituirse el 8 de Marzo las diferencias entre lo conseguido por las mujeres en el primer mundo y en el subdesarrollado son extremadamente grandes y, como mantiene Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas: La igualdad de las mujeres y las niñas sigue constituyendo también un imperativo económico y social. Hasta que no se logre liberar a las mujeres y las niñas de la pobreza y la injusticia, todos nuestros objetivos la paz, la seguridad, el desarrollo sostenible correrán peligro.
Sigamos exigiendo a las administraciones y gobiernos y comprometiéndonos personalmente, a lo largo de los 364 días que quedan de año, que los derechos que por justicia se deben garantizar a todo ser humano en todo el mundo, no se les sigan negando a las mujeres sólo por el hecho de serlo.
Fdo. Asamblea Verde de Villena
