A destiempo
El título de este comentario creo que es el más idóneo y apropiado para la ocasión, porque hace ya casi tres meses que terminaron las fiestas patronales y aún "colean" las reu¬niones de distintos grupos y escuadras que valoran las actua¬ciones propias y las de otros, a la vez que van aportando nuevas ideas para lo que han de ser las fiestas del próximo año.
Leía hace pocas semanas un artículo aparecido en otro periódico local en el que su autor se manifestaba como "festero" pero de otra manera o clase. No recuerdo bien el texto, (extra¬viado entre otros papeles), aunque he de indicar que en casi todo me identificaba con él. Quiero aclarar que no pertenezco a ninguna Comparsa, aunque ello no es óbice para sentir predilección por alguna, en especial por aquella a la que pertenecen mis familiares más allegados.
Sé de un matrimonio, amigo del que esto escribe, que en su dormitorio tiene una fotografía de regular tamaño, con un precioso marco y colgada de la pared en la que los dos lucen sus trajes festeros. Al ser ambos de la misma Comparsa no se producen polémicas, sino más bien elogios "por lo bien" que están. Es casi lo primero que ven al despertarse. Yo en cambio observo con cariño y a la vez nostalgia la foto tamaño postal que mi madre colocó un día bajo e1 cristal de la mesita de noche, de un niño vestido de marinerito al hacer la primera comunión. Ese soy yo.
Ahora, al levantarme y abrir todos los días las ventanas de mi domicilio, viene a la memoria el recuerdo de mi matrimonio amigo. Y es que en una pared del solar que ha quedado al derri¬bar la casa que durante varios años ocupó cierta "peña" de Moros Nuevos, hay pintada casi a tamaño natural la figura de un M.N. (Moro Nuevo) y el rótulo con el nombre de la peña. Parece como si la máqui¬na destructora hubiera querido dejar semilla por si algún día (¿quien sabe?) vuelven por allí quienes utilizaron aquel lugar para sus semanales reuniones, comidas y cenas, como vestuario donde equiparse con los trajes para la Retreta, y hasta para ensayar en la espaciosa explanada que hay delante de lo que fue edificio. Creo que pocas fechas pueden quedar para comenzar las obras, pero mientras tanto las muchas personas que pasan diariamente por allí y ven la figura pintada, el grupo numeroso de jóvenes que se reúne todas las noches en las cercanías del lugar, y los vecinos, seguro que recordamos nuestras famosas fiestas. Cualquier día es bueno para ello, aunque sea a destiempo.
Fdo: Francisco Navarro Poveda