Deportes

A Juan Carlos Ferrero

Escribo estas líneas porque pienso que Juan Carlos bien lo merece, no porque ya sea hijo adoptivo de Villena desde este 19 de diciembre también con el apoyo incondicional de Profesport, sino porque es un referente importante para todos los ciudadanos.
Aunque otras personas relacionadas con el mundo de la cultura, la política o la educación lo han hecho, es en este caso una persona relacionada con el mundo del deporte y concretamente la ubicación de su academia, la que ha vinculado a Villena con la calidad y el prestigio.

Pero más allá de halagos que bien lo merecen, destacar qué supone para un deportista del nivel de Juan Carlos el haber sido uno de los mejores tenistas españoles.

Como bien decía él mismo, viajar once meses al año alrededor del mundo, suponen que dejas de tener la vida social de una persona “normal” para dedicarte plenamente a lo que más te gusta. Supone, y en la academia lo saben, que tu familia en muchas ocasiones va a estar lejos. Supone que otras personas que te rodean pasan a formar parte de ese mundo que cada día te admira más por lo que consigues, aunque quizás no tanto por lo que eres. Y es ahí donde radica la grandeza y donde bajo mi punto de vista, la fortaleza de un deportista que aspira a estar entre los mejores de cualquier liga, torneo, clasificación o similar. Por eso, gracias Juan Carlos.

Si tuviera que hacer una fórmula para que un niño fuera un gran deportista sería una mezcla entre genética y aprendizaje, y dentro de este aprendizaje la inteligencia de las emociones fuera y dentro de la pista. Está claro que para ser un gran tenista, tienes que saber jugar al tenis y entrenar mucho física, técnica y estratégicamente. Pero las personas, aunque a veces parezca lo contrario, no somos máquinas. Somos personas. Tenemos ídolos que admiramos, pero son personas. Y bajo mi punto de vista, por lo que una persona es más recordada es por lo que hizo por los suyos, y es ahí donde Juan Carlos, sobre todo últimamente, se ha ganado el cariño de muchas personas de Villena. En este sentido, gracias.

Pero hay una realidad al final del túnel, y es que a veces perdemos la perspectiva real de las cosas. Lo que ha conseguido Juan Carlos y muchos otros deportistas de Villena están consiguiendo o conseguirán es la punta de un iceberg. Lo que sustenta y va a favorecer que esto ocurra no olvidemos que está en la base. Pero qué es la base: la base está en un padre y una madre que estimulan al niño desde que nace; está en una educación física escolar de calidad; está en favorecer un aprendizaje multilateral y no una especialización en el amplio sentido de la palabra para cuando sea el momento oportuno explotar las fases sensibles de aprendizaje para absorber como una esponja toda la técnica; la base está en amar lo que haces como una parte de tu vida y saber conjugarlo con todo lo demás. Por aportar ese granito de arena, gracias también Juan Carlos.

Desde Profesport, deseamos que entre todos contribuyamos a ser una ciudad más solidaria, más saludable, más deportista, porque ese esfuerzo vale la pena.

Julián Calero Belda
Profesport

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