A la Alcaldesa de Villena
Sra. Alcaldesa: No tengo más remedio que contestar, públicamente, a sus declaraciones también públicas efectuadas en un Pleno. Por sentirme aludido en sus manifestaciones no admito que me insulte, me humille y me trate como un bandolero de la democracia. Me considero un defensor de las libertades y un luchador desde los dieciséis años. Ahora tengo ochenta y cuatro y en mis años de vida he contribuido, en lo posible, en la lucha contra el fascismo y la restauración democrática.
Me siento orgulloso por conseguir, entre todos, conquistas y viejas demandas en el ámbito de la justicia, de la sociedad y de la libertad. Se ha conseguido la abolición de la pena de muerte, la liberalización de la mujer, arrinconar actitudes machistas, dignificar a las mujeres solteras, regular el libre matrimonio, tratar con dignidad a las personas homosexuales, luchar por los derechos de los trabajadores y muchas cosas más que por problemas de espacio omito.
Y ahora viene usted y nos trata de bandoleros de la democracia. Los No Adscritos, rebeldes o tránsfugas, como quiera usted llamarles, son amigos míos; como lo son muchos socialistas o militantes verdes. Y son amigos porque me transmiten mayor confianza ante los problemas de Villena, y por lo menos le avalan, garantía para mí suficiente, la honestidad. Lo siento, pero usted no; porque si hablamos de tránsfugas sería usted la primera en traicionar a su jefe de filas, el Presidente de la Comunidad. No entiende que cada uno pueda pensar lo que quiera, y como no lo entiende, a nadie respeta. Porque a los que usted califica de traidores debería acusarles, noblemente, de disconformes; pero aquel que no sea de su agrado o gusto o es traidor o bandolero.
Sra. Alcaldesa, se lo digo muy en serio. Sus procedimientos no son democráticos. Usted no respeta nada y ostentando tan importante cargo, cualquiera diría que la bandolera es usted. Por todo ello exijo que pida perdón públicamente por sus declaraciones, pues a parte de mi persona son muchos los ciudadanos que se han sentido insultados, humillados y maltratados por sus palabras. Yo me he jugado el pellejo e incluso la vida en varias ocasiones y no puedo consentir que una guaperas como usted se ría de mí y se burle de los demás, tan ediles como usted. Le desafiaría en un cara a cara en cualquier medio informativo pero, tengo el convencimiento, su elevado orgullo nunca se lo permitiría. Porque llegado el caso le preguntaría por cuestiones sencillas: cuánto va a costarnos la plaza de toros, cuántos consejeros tiene, cuánto cobra, para qué sirven; qué opina sobre los marginados en Villena, cada vez mas numerosos, etc
Siendo usted la alcaldesa, detesto su agresividad y echo de menos mayor nobleza.
Atentamente,
José Torres Navarro