A la búsqueda de contenedor
Se acercan las Fiestas y aunque nos parezca raro, hay bastantes personas y al parecer algunos contenedores de residuos urbanos que huyen de ellas…
Se acercan las Fiestas y aunque nos parezca raro, hay bastantes personas y al parecer algunos contenedores de residuos urbanos que huyen de ellas, es decir: que “se marchan” de su residencia o lugar habitual.
¿No estaba aquí? se pregunta la concienciada ciudadana cuando llega con su carga de vidrio y el contenedor ha desaparecido. Quizás lo han trasladado a la siguiente esquina. Y hacia ella se dirige, menos mal que lleva el carrito de la compra para después pasar por el súper, pero no, el contenedor tampoco está allí. Y sigue caminando a ver si está en la siguiente calle.
Es cierto que hace dos años que no se celebran las Fiestas, pero cree recordar que por esa zona (esquina Luciano L. Ferrer con Isabel la Católica) no pasaba ningún desfile y, aunque así fuera, no hubiera molestado. ¿Es que habrán variado el recorrido? No entiende la razón de esa retirada sin previo aviso. Lleva el carro de la compra lleno de envases de vidrio y no encuentra ningún contenedor, no sabe qué hacer con ellos, pues está convencida que hay que reciclar.
Cuando la grúa retira un vehículo, deja una pegatina informando de ello, ¿por qué no hacen lo mismo en este caso, indicando el lugar donde se ha trasladado?
Por cierto, nuestra concienciada ciudadana al fin encontró un contenedor de vidrio en el extremo más alejado de la plaza del Rollo. No sabe que habrá ocurrido por otras zonas de la ciudad, pero quiere dejar constancia de que esa práctica no es la mejor manera de fomentar el reciclaje.
Por: Rosalía Sanjuán