A la búsqueda del oro para conmemorar el 50 aniversario del descubrimiento de nuestros Tesoros
El Museo Arqueológico José María Soler, que cada año ofrece unas Jornadas de puertas abiertas, ha dedicado esta XVII edición al 50º Aniversario del descubrimiento de los Tesoros de Villena. Estas Jornadas ofrecen al público dos tipos de actividad, una es la visita al yacimiento del Cabezo Redondo y la otra tiene lugar en el Museo.
Durante este fin de semana, hemos podido disfrutar de un recorrido guiado por los restos arqueológicos del Paleolítico y en el patio, junto al Museo, se han realizado unos talleres experimentales de orfebrería y batido del oro.
Luz Pérez, una de las organizadoras de las Jornadas, responsable del área técnica del Museo Arqueológico, nos cuenta que este año se han escogido estos talleres porque se celebra el 50º Aniversario del descubrimiento de los Tesoros de Villena, y son la orfebrería y el batido del oro las actividades que mejor se relacionan con ellos.
El taller de extracción del oro ha sido impartido por Paco Mayor, quien visita por primera vez estas jornadas y nos ha contado que es encargado de obra pero que desde siempre ha estudiado arqueología por su cuenta, porque le apasiona. Para él, el batido del oro es una afición: me dedico, desde que tengo uso de razón, al coleccionismo de minerales y claro, dentro de eso está también la búsqueda del oro, que es un elemento nativo. Asegura que ha recorrido prácticamente todos los ríos del noroccidente español buscando oro, en los ratos libres, durante las vacaciones con mis hijos y mi mujer, nos gusta pasar unos días en la naturaleza y una de las actividades que nos gusta hacer es la búsqueda de oro manual, con batea.
Como ha explicado el maestro en la técnica, para encontrar el oro de esta forma, es importante que la geología de la zona sea propicia, porque es por los filones hidrotermales de baja temperatura de cuarzo, que atraviesan las pizarras, por donde más suele salir.
Esta vez ha sido en una piscina hinchable llena de agua y de arenas del río Nabelgas, en Asturias, compuestas por minerales menos pesados que el oro, donde Paco Mayor ha estado haciendo demostraciones de la técnica del batido. Lo ha hecho colocando una pepita de oro auténtica entre la arena, para a continuación recogerla con una batea e ir removiéndola, haciéndola vibrar contra el agua, de manera que vaya quedando la arena más fina abajo. Explicaba que el oro, por su peso, va cayendo hacia el fondo de la batea y si la balanceas con cuidado, la pepita se queda y aparece al llevarse el agua el resto de minerales.
Las curiosidades sobre esta exclusiva técnica de extracción del oro han despertado el interés de muchos asistentes, que han probado ellos mismos a encontrar la pepita con la batea.
Talleres de orfebrería
La arqueóloga Clara Pérez, de la empresa Darqueo Estudio y Difusión del Patrimonio S.L., que lleva dedicándose a la arqueología experimental y a la didáctica más de quince años, y el joyero y profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Valencia Carlos Pastor, han sido los encargados de impartir los talleres de orfebrería.
Clara Pérez explica que lo que han ofrecido durante estas Jornadas son demostraciones de técnicas muy básicas que, aunque se van sofisticando, son realmente las que siempre se han empleado, y pudieron utilizarse para hacer diferentes piezas del Tesoro de Villena. Han mostrado técnicas del trabajo con láminas, que se emplearon en el acabado de diferentes piezas como los brazaletes de media caña y los cuencos del Tesoro, también la técnica de los remaches, con la que fue decorada la diadema, y el martilleado. Los asistentes han podido practicar estas remotas técnicas, haciendo sus propias piezas.
Carlos Pastor ha sido el encargado de hacer demostraciones de fundición, mediante técnicas que se han utilizado durante mucho tiempo, como la que emplea excrementos de caballo y que según nos han explicado actualmente todavía utilizan los Ashanti en África. Ha explicado también, y realizado demostraciones, de la técnica de la cera perdida, de esta forma los artesanos convertían la cera en metal. Es una técnica que, según asegura el especialista, aunque cada vez menos todavía se sigue usando.
Cortando un hueso de sepia en dos mitades y limándolas para hacer dos piezas iguales que formen un bocadillo, Pastor ha reproducido en metal algunas piezas similares a las del Tesoro. El proceso consiste en colocar la pieza entre las dos mitades de hueso y presionar para que el material coja forma, después se perfora el hueso para hacer un bebedero, un canal de entrada del metal fundido, y se marcan unos respiraderos, para que el aire contenido no impida entrar al metal en el molde.
Mientras explicaba y trabajaba artesanalmente estos detalles, el profesor ha dejado la pieza preparada, atando ambas partes de forma que la fuerza del metal no las separe y se eche a perder el trabajo, para poder volcar en ella el metal fundido. La fundición, que cuando se elaboraron las piezas del Tesoro se hacía con carbón a 900 grados, la ha llevado a cabo con una mezcla de oxígeno y butano, señalando que el metal tiene que estar protegido del aire para que se funda, mientras los asistentes prestaban atención con suma curiosidad.
Aumento de visitantes
Como una de las responsables de la organización de las Jornadas, Luz Pérez nos ha explicado que estos talleres resultan de interés para que el público comprenda y practique cómo el orfebre en un momento de la prehistoria realizó los brazalete del Tesorillo y otras piezas que son un poco más complejas, como por ejemplo las que llevan remaches, como las diademas o los adornos del cetro del Tesoro. Nos contaba que la realización de los talleres es una buena forma para entender cómo se realizan las piezas del Tesoro de principio a fin, desde que se obtiene el oro, como hemos visto en el bateo, pues sabemos que los tesoros de Villena proceden de pepitas de río que luego se funden para fabricar las piezas, y luego una vez obtenido el oro, cómo se fabrican las piezas o bien mediante martilleado o fundición a la cera perdida.
De esta forma los asistentes, que según han sido más que en ediciones anteriores -un total de 1.288 visitas: 488 personas visitando el Museo Arqueológico y 800 el Cabezo Redondo- han podido comprender el valor que tienen las piezas, lo costoso que es trabajarlas y obtener el oro. En el tesoro de Villena estamos hablando de algo más de nueve kilos y obtener del río pepitas hasta alcanzar esos nueve kilos y pico supone una mano de obra impresionante durante años, añadía Luz, comentando también que estas Jornadas han tenido una aceptación muy buena, en parte gracias a que los especialistas que realizan los talleres vienen muy bien equipados, con todo tipo de instrumental, una experiencia increíble y una maestría también a la hora de atender al público. Asegura que, personalmente, ha quedado encantada tanto con Paco Mayor como con Clara Pérez y Carlos Pastor. La gente está participando, ellos transmiten mucha confianza y mucha seguridad, algo que influye mucho también, y casi todo el que viene está pasando por el taller.