A propósito del renovado parque de La Constancia
Villena tiene muchas cosas buenas, pero también muchas cosas malas y una de ellas es el nulo interés hacia sus zonas verdes. Soy vecina del barrio de La Constancia desde hace 30 años, y el resto de mi familia lo es desde que construyeron las casas, mis tíos viven justo enfrente del remodelado parque de Antonio Machado.
Este parque hace años era una bonita zona verde, donde los niños del barrio jugábamos, merendábamos y nuestras madres casi nos tenían que sacar a rastras de allí. Pero llegó un momento, ya hace bastantes años, en que por dejadez dejó de cuidarse, crecía mucha maleza y empezó a acumularse porquería de los contenedores que situaron junto a él. Por ser un parque rodeado de setos, la gente empezó a utilizarlo como zona de consumo de drogas y dejaban sus jeringuillas allí tiradas, pasando de ser una zona de juegos a ser una zona de riesgo llena de malos olores.
Por fin hace más de un año vienen, lo arrancan todo y nos dicen que van a hacer un bonito parque con jardín y una fuente. Pero el tiempo pasa y pasa en disputas que, sinceramente, a los vecinos nos importan tres pepinos hablando claro, hasta que un día empiezan las obras y ni fuente ni jardines. Nos hacen un bello "monumento" dedicado al cemento que no digo que no esté limpio, pero encima lo vayan como si fuera una jaula.
Los niños claro que siguen jugando, porque los niños siempre se adaptan a lo que hay, pero es una lástima que después de tantos años hayamos pasado de un parque que parecía un nido de ratas, a un lugar limpio pero frío y con unos bonitos contenedores como adornos más visibles.
Fdo. Cristina Alvarado