Apaga y vámonos

A rascarse los bolsillos

A falta de una auditoría que llevarnos a la boca para conocer la situación real de las cuentas del Muy Ilustre –esa que Verdes, PSOE y VCD prometieron en sus respectivos programas electorales y si te he visto no me acuerdo–, seguimos recibiendo, poco a poco y con cuentagotas, noticias sobre el pésimo estado económico de nuestro ayuntamiento.
Lo último que hemos sabido a través de los responsables de la cosa es que de los trabajos preparatorios del próximo presupuesto municipal se deriva que Villena necesitaría un 18% más de ingresos, unos cuatro millones y medio de euros, para seguir funcionando como hasta ahora, lo que ha llevado al equipo de gobierno a calificar de “dramática” la situación en que se encuentra la tesorería municipal. Y qué quieren que les diga. Sé que a muchos les parecerá una barbaridad, pero si todo el problema son cuatro millones y medio, no me parece, ni mucho menos, que estemos en una situación dramática. Dura sí, pero no dramática, porque tiene solución.

Como hablo de oídas, porque desconocemos la realidad concreta de las cuentas municipales, no sé si ese déficit de cuatro millones incluye la puya de La Plaza –que maldita sea la herencia que nos han dejado los taurinos, el PP y el de los trajes– o no, y en consecuencia puede que meta la pata, por lo que pido disculpas por anticipado por si ese fuera el caso. Pero insisto, si todo el problema que nos queda son cuatro millones, esto tiene arreglo, aunque nos va a costar sangre, sudor y lágrimas.

Por un lado, habrá que recortar gastos en la Casa Grande, y eso va a afectar a todos –excepto a las partidas “sociales”, supongo y espero–, desde los proveedores a los trabajadores, reduciéndose el gasto corriente y el número de cargos de confianza, controlándose el absentismo laboral de la plantilla y aumentando su productividad, limitando el gasto en protocolo, viajes, traslados, vinos de honor y chorradas similares y ajustando un pelín determinadas partidas por aquí y por allá.

Con todo, y dada la naturaleza mastodóntica de las administraciones públicas, creo que la solución no va a venir por el lado de la contención del gasto, sino por un aumento de los ingresos, vía subida de impuestos, especialmente el IBI, que si servidor no está mal informado no se ha tocado –más allá de subidas del IPC o de las revisiones catastrales– desde el año 2000, estando Villena, como está, entre las localidades de nuestra provincia que menos “aprietan” con este impuesto a sus ciudadanos.

Sí. Ya sé que plantear una subida de impuestos ahora, en plena crisis, es una putada. Pero me temo que no hay otra salida. Porque hemos tenido unos políticos tan mediocres en este pueblo que, por miedo al que dirán y con la demagogia por bandera, no subieron el IBI cuando se podía. Y ahora que no se debería subir, porque puede ser la puntilla para muchos, no va a quedar más remedio.

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