A vueltas con El Cerezo
Ante las recientes apariciones en El Periódico de Villena sobre El Cerezo, primero denunciando graves irregularidades sobre su funcionamiento y posteriormente desmentidas burdamente por su presidenta, ya que, entre otras cosas, dice refiriéndose a la firmante del escrito que al ser despedida, en el momento de su salida dijo: me voy a cargar el cerezo. Para ello visitó a todas las instituciones públicas y privadas contando auténticas barbaridades. De todas sus visitas, de las que fuimos puntualmente informadas
¿Cómo que fueron puntualmente informadas? ¿Quién las informó? Pensamos que ante cualquier denuncia, en este caso ante la administración autonómica, lo que procede es investigar para averiguar si lo denunciado es o no cierto y no levantar la liebre. Sólo este hecho ya nos parece en el mejor de los casos muy extraño.
No nos parece extraño, por el contrario, que la denunciante no haya acudido a los tribunales dado el alto coste de la justicia, gracias a las reformas llevadas a cabo por el gobierno del Partido Popular. Sin embargo, ante las graves acusaciones de que es objeto la citada asociación del Cerezo, no entendemos que ésta no acuda a los tribunales.
Otra cosa que no entendemos es el silencio de las administraciones o el dejar que se olvide el tema, no haciendo nada al respecto, pues la dejación de funciones puede ser considerada prevaricación.
Dejando aparte consideraciones jurídicas, las distintas administraciones tienen la obligación de verificar y controlar que los centros concertados o subvencionados se ajusten a la normativa y cumplan la función para la que fueron creados, supeditando los conciertos a su estricto cumplimiento.
Este centro como otros de características similares, acoge en sus instalaciones a personas. Personas en una situación vulnerable, pero que merecen el máximo respeto a sus derechos. Derechos que en ningún caso se deben vulnerar, ni por ineptitud, ni por desidia, ni mucho menos por una posible connivencia.