Acerca del horario de las bibliotecas-sala de estudio
Estamos a 25 de agosto, con 40º grados, los que tengan la suerte de estar a la sombra. El lunes de la semana que viene empiezan los exámenes de septiembre en los institutos y también en las universidades. Como ustedes comprenderán, gran parte de la población estudiantil de nuestra localidad se encuentra en uno de los periodos de mayor actividad del año.
Bien, pues por las tardes pobre de aquel o aquella que quiera estudiar. Sin ninguna razón lógica la sala de estudios y las bibliotecas permanecen cerradas en horario de tarde. Si tienes la tremenda suerte de tener una obra al lado, compartir habitación con algún hermano o tener una comparsa al lado, ya lo tienes todo hecho. Es imposible estudiar.
Y me pregunto: ¿a quién se le ha ocurrido la genial idea de no abrir por las tardes? No estoy pidiendo que se abran todas las bibliotecas, sino que, se combinen los horarios de las dos bibliotecas y la sala de estudios para que, al menos, haya algún servicio por las tardes.
Aunque este es un tema de conversación habitual entre la gente de mi edad, es posible que no haya llegado a los oídos de los responsables de educación, ya se sabe que la música de fiestas obnubila muchos cerebros y las luces ni os cuento.
Así que desde mi calurosa y ruidosa habitación, con el dulce sonido de los martillos neumáticos de fondo, acallados por la música de fiestas y el sol entrando a raudales por mi ventana, informo. Espero que, aunque no tengan oídos en las zonas de estudio y asueto de la juventud, al menos lean la prensa.