Adiós, Radio Villena, adiós (2ª parte)
Antes de repasar el contrato firmado en su día por el Ayuntamiento de Villena con la Cadena Ser, quiero dejar claro que plasmar en estos dos artículos mi opinión no tiene ningún otro fin que poner mi granito de arena para que un medio de comunicación que pertenece a Villena, se siga ocupando primordialmente de las noticias de Villena, no de las de Alicante. Particularmente, mi amplia etapa en esa radio está ya superada, es cosa del pasado.
A otro profesional de la comunicación, Diego Ferrándiz, reconocerle que posiblemente me equivoqué en su momento con él, y decirle que me alegré de que no se diera por vencido, y llegara después a dirigir emisoras de otra cadena en distintos lugares. Entiendo por lo tanto los excesos de sus comentarios motivados por el resentimiento, porque no pudo desarrollar su carrera radiofónica en Villena. Y por supuesto, seguro que a lo largo de todos estos años he cometido muchos errores, faltaría más, no tengo el don de la infalibilidad.
Centrándome en el contrato de cesión de la emisora, quiero hacer de nuevo hincapié en el artículo primero, que indica que el Ayuntamiento de Villena transfiere la concesión de la frecuencia a la Sociedad Española de Radiodifusión. Oficialmente, el Ayuntamiento no podía, ni puede, vender o regalar esa concesión, por lo que, ante el incumplimiento del contrato, puede exigir, desde mi punto de vista, su devolución.
El artículo tercero del contrato es el famoso Radio Villena deberá radiar gratuitamente cualquier comunicado oficial, etc.. En este artículo se basó el Partido Popular para presentar su denuncia en la anterior legislatura, denuncia de la que no hemos sabido nada hasta el momento. Como entonces, sigo manteniendo que el PP estaba equivocado. Desde el principio de la firma del contrato, se entendió por ambas partes que se emitía gratuitamente un pase de cualquier cuña y comunicado. En caso contrario, una corporación hostil a la emisora, podría haber enviado órdenes diarias para emitir docenas o centenares de veces cualquier cuña o comunicado, colapsando la emisión. Sobre los 20 minutos diarios de emisión municipal, siempre se estuvo abiertos a realizar programas sobre asociaciones o cuestiones locales. A lo que se negó en redondo la empresa fue a que un gabinete de comunicación del PP grabara y remitiera un panfleto propagandístico diario, exigiendo además la mejor hora de emisión.
Siguiendo con el contrato, nadie se ha hecho eco del artículo sexto en el que la SER se comprometía a potenciar Radio Villena tanto en medios técnicos como en alcance. No es momento de contar todo lo vivido a lo largo de los últimos 20 años, pero lo cierto es que mientras las peticiones de Radio Villena chocaban contra un muro, la emisora asociada de Elda multiplicaba su zona de cobertura. Se llevaba muy mal que, a pesar de la diferencia de habitantes, Radio Villena tuviera más oyentes en los estudios de audiencia que Elda.
Por último, quisiera destacar el artículo octavo. La Cadena SER se obligó y comprometió a absorber al personal que prestaba sus servicios en la radio, figurando a continuación los nombres de dicho personal. De todos ellos, nadie trabaja ya en Radio Villena. Ahora hemos sido sustituidos por gente de fuera, desconocedora de la idiosincrasia de la ciudad y sus habitantes.
Estas son, en resumen, las razones que me han llevado a escribir estos artículos, con un solo objetivo, que el medio de comunicación decano de la ciudad siga adelante, dedicando tiempo y espacio a Villena y los villeneros.