Adjudicadas las obras del Júcar-Vinalopó desde el Azud de la Marquesa
El importe de la adjudicación asciende a 180 millones de euros, lo que supone un ahorro del 17% respecto al presupuesto inicial de licitación. Todas las adjudicatarias cuentan con presencia de empresas de la Comunidad Valenciana. Tres de ellas plantean además una reducción en los plazos de ejecución previstos.
El consejo de administración de la sociedad estatal Aguas del Júcar S.A. ha adjudicado en su reunión de hoy la redacción del proyecto constructivo y la ejecución de las obras de los 5 nuevos tramos de la conducción Júcar-Vinalopó (A, B, C, D y E). El importe de adjudicación asciende a 179,9 millones de euros, cantidad que rebaja en 16,95% el importe de licitación recogido en los pliegos del concurso (216,63 millones de euros). Esta circunstancia se debe a las bajas establecidas por las Uniones Temporales de Empresas (UTEs) adjudicatarias en sus proposiciones económicas, la mayoría de las cuales ronda el 20% de descuento con respecto al presupuesto tipo. Todas las UTEs adjudicatarias cuentan, por otro lado, con una destacada presencia de empresas de la Comunitat, cuyo porcentaje de participación en las Uniones Temporales de Empresas oscila entre el 30% y el 45%.
Por lo que respecta a plazos de ejecución, tres de las UTEs plantean asimismo reducciones en los tiempos, que los pliegos fijan en 20 meses para cada uno de los tramos. Concretamente, los tramos en los que se acortan los plazos son el A (que se ejecutará en 18 meses), el C (cuyo plazo es de 16 meses) y el D (con un plazo de 17 meses).
Tras la firma del contrato, las UTEs dispondrán de un plazo máximo de cuatro meses para redactar los proyectos constructivos, que deberán ser aprobados por el Ministerio de Medio Ambiente en el mes de noviembre; de este modo, las obras podrán comenzar antes de que acabe el año. Teniendo en cuenta que los plazos de ejecución para los cinco nuevos tramos oscilan entre 16 y 20 meses, el nuevo Júcar-Vinalopó podrá estar operativo a finales de 2008.
El consejero delegado de la sociedad estatal Aguas del Júcar S.A., José Mª Marugán, destacaba que estamos cumpliendo nuestro compromiso y el calendario establecido para la nueva conducción. Un proceso que estamos llevando a cabo con la más absoluta transparencia. Para el Ministerio de Medio Ambiente el Júcar-Vinalopó es una prioridad incuestionable, por lo que nuevamente realizamos un llamamiento a la lealtad y la cooperación institucional. Sólo a través de este camino conseguiremos que el agua del Júcar llegue lo antes posible al Vinalopó, evitando así la actual sobreexplotación de sus acuíferos. Para Marugán, la adjudicación de los nuevos tramos es la muestra más significativa de que el Júcar-Vinalopó sigue adelante. Contamos además con el respaldo de las empresas más importantes del sector. Todas las adjudicatarias tienen una destacada representación de empresas de la Comunitat, que trabajarán codo con codo para hacer realidad una infraestructura estratégica para la provincia de Alicante.
El consejero delegado subrayaba además que el importe total de adjudicación del Júcar-Vinalopó desde el Azud de la Marquesa difiere en 32 millones de euros con respecto al del antiguo trazado. Es decir, con todas las mejoras que implica, mantiene un presupuesto muy similar al antiguo, lo que redundará en beneficio de los usuarios. Estos no asumirán en ningún caso la diferencia presupuestaria, puesto que, si la Comisión Europea aprueba incrementar en 40 millones la subvención para el nuevo trazado, de lo que estamos firmemente convencidos, tan solo tendrán que aportar 35 millones de euros, frente a los 75 millones que debían pagar con el antiguo trazado. De no ser así, la cantidad que deberán aportar los usuarios será en todo caso la misma que con el antiguo trazado. Además, sólo pagarán el agua cuando la reciban, y no como antes, que se veían obligados a hipotecar sus tierras para financiar la obra, recuerda Marugán.
Según el consejero delegado de Aguas del Júcar, de este modo quedan en evidencia las mentiras de aquellos que, para obtener rédito político, llegaron a asegurar que el nuevo trazado costaría 150 ó 200 millones de euros más que el antiguo. Hoy se demuestra, por tanto, la falacia de esas afirmaciones, cuyo único objetivo era desacreditar una opción que garantiza más agua, a mejor precio y de forma más respetuosa con nuestro medio ambiente, concluye Marugán.