Agradecimiento a los Salesianos
Estamos inmersos en la celebración del Centenario de los Salesianos en Villena. Una de las numerosas actividades programadas están siendo los encuentros de las distintas promociones que hemos pasado y vivido en este especial colegio.
El pasado domingo día 26 de marzo nos encontramos, después de muchos años, las promociones de 1968 a 1992. Dentro de las diversas actividades, tuvo lugar en el Teatro del Colegio un acto entrañable, donde tuve la suerte de poder participar, expresando mi propia experiencia y testimonio del paso por el colegio Salesiano y que quiero resumiros, como forma de agradecimiento hacia los Salesianos.
Agradecimiento a una educación recibida, para mí muy especial, que ha marcado muy positivamente mi vida y diría con seguridad que la de todos los antiguos alumnos. Una educación que nos ha permitido crecer como personas. Personas capaces de sentirnos solidarios con lo que pasa en el entorno que nos rodea y en el mundo.
Muchas veces hemos oído decir que Villena es un pueblo solidario y yo estoy convencido de que ello es así. Numerosas campañas y actos solidarios de la más diversa índole y a favor de los colectivos más necesitados se han ido sucediendo a lo largo de estos últimos cuarenta años en nuestra ciudad. Pues bien, tengo una teoría. Estoy convencido de que en gran manera se lo debemos a los Salesianos, su estilo de vida y su manera de ver, analizar y actuar, ante los problemas a los que la sociedad se enfrenta. Somos muchos alumnos y alumnas que hemos recibido esta educación solidaria y ello seguro que de alguna manera ha ayudado a que se pueda decir que este pueblo es solidario. Por supuesto que otros tanto colegios, tanto públicos como privados, hacen de la solidaridad un emblema. Simplemente, mi testimonio, es para asegurar que los Salesianos lo han hecho también. Salesianos hoy representados por su director, D. José Joaquín Coma.
Yo me siento muy agradecido a Miguel Ángel Nuín, que tenemos la gran suerte de volver a tenerlo aquí en el colegio. Después de tantos años, ha querido permanecer entre nosotros. Él me facilitó los estatutos de lo que fue la primera Asociación de Vecinos de Villena, la AA VV La Solana. Con él y junto a Ramón Moyá y Juan Bosco Climent, se inició un período de trabajo social en el Barrio S. Francisco, comprometido y fructífero. Me siento agradecido a Ramón Moyá, que ya no está entre nosotros, pero seguro que sigue derrochando generosidad y ayuda a los países más pobres de África desde el cielo Agradecido a Juan Bosco Climent, que hoy sigue también comprometido con los más necesitados en Valencia. Agradecido a Pepe Moratalla, que está revolucionando la forma de trabajar en Cooperación en El Salvador y con el que realicé un proyecto para los niños de la calle de San Salvador.
Ellos, seguro que me dejo alguno sin nombrar y otros salesianos, para mí y para muchos de los antiguos alumnos, nos mostraron y enseñaron una forma y un camino diferente para vivir, el camino de la solidaridad y del compartir.
Y este estilo de vida nos ha empapado y hace que cada uno de nosotros y nosotras, en nuestro entorno, esté colaborando con determinada asociación, con determinada ONG. Esté comprometido en política, como concejal o como alcalde al servicio del pueblo. Esté trabajando como mecánico, médico, carpintero, maestro o en una fábrica de calzado o como pintor y en tantas y tantas actividades necesarias para la sociedad. Todos lo estamos haciendo con un estilo que nos enseñaron los Salesianos.
Esta forma de vida hace que se pueda decir, como es el caso, que un pueblo es solidario y no solo referido a Villena, sino en las distintas ciudades donde estamos viviendo y trabajando, estamos siendo capaces de marcar un estilo de vida de respeto, compromiso y solidaridad en las distintas manifestaciones de nuestro día a día.
Agradecimiento por habernos potenciado los valores, las capacidades y cualidades que cada uno teníamos de pequeños.
Un Colegio que siempre ha tenido las puertas abiertas. Villena hoy dispone de diversas instalaciones deportivas, pero no olvidemos que, durante años, era el colegio Salesiano el lugar de encuentro donde se practicaba deporte. Quién no ha jugado en estas pistas, hoy recién renovadas, al fútbol, al frontón, al balonmano y aquí, quiero tener un recuerdo especial para Toni García Salguero. Con él siempre ganábamos.
Sobre el escenario del Colegio hemos pasado numerosos músicos y actores, escenificando estupendas óperas Rock. Jesucristo Superstar, Hair, con música en directo, obras de teatro, como La Dama del Alba y tantas otras Esta voracidad por el arte, por la creatividad, que nos transmiten los Salesianos, hace que hoy se sigan representando increíbles musicales que consiguen que los personajes, los alumnos, sepan valorar la importancia de crear buenos equipos para todas las manifestaciones en la vida. Y hablando de música, quiero volver a nombrar a Miguel Ángel Nuín, que nos metió el gusanillo de la música. Que nos llevaba al teatro para ensayar tantas y tantas canciones, que otra vez con su lenguaje nos mostraban la ventaja de cantar todos juntos, para escuchar y lanzar al aire un mismo sonido , todos al unísono para conseguir un mundo mejor.
Mi agradecimiento a los Salesianos. Mi deseo que sigamos con este mismo espíritu, con este estilo alegre y conciliador en nuestro trabajo, en nuestra convivencia diaria, con nuestras familias y en nuestras manifestaciones de solidaridad. Detrás está el estilo de vida que nos enseñó S. Juan Bosco, amparado por Mª Auxiliadora y que nos enseñaron y enseñan los Salesianos.