Ya sé, ya sé, que a lo largo de este año (o poco más), he ido nombrando de cuando en cuando a este colectivo alicantino y así como cuantos problemas de todo tipo han ido sufriendo. Se trata, efectivamente, del colectivo o aglutinador de colectivos Alacant Desperta, cuyo nombre, como bien se aprecia, viene a recoger un grito que muchas localidades gustarían adjudicarse: Villena Despierta, por ejemplo; mejor aún: Villena ¡¡¡Despierta!!!
En cualquier caso, aprovechar este espacio para hacer eco de su propuesta y su llamada, como acostumbramos a hacer, difundir (que no difamar) su intención de continuar la batalla el próximo año 2007. Pero antes de continuar me gustaría, para quienes no conozcáis a dicho colectivo, transcribir su mensaje e intención: Recordar que Alacant Desperta es un encuentro de todo lo que se cuece entre nosotros; una plataforma de promoción colectiva e independiente de nuestro activismo artístico y cultural. No somos una promotora gratuita para artistas y proyectos culturales sino un grupo de artistas y activistas culturales que nos hemos unido para promocionarnos conjuntamente ante la falta de oportunidades para hacerlo que nos brindan las instituciones y el mercado en sí. Y creo que sobran las palabras. Para quienes tengan interés, tan sólo decir que las reuniones para participar en tal propuesta se realizan todos los martes a las 21'30 en el local de la calle Sgto. Vaíllo nº 28 Alicante, y que el plazo de presentación de proyectos finaliza el próximo 21 de noviembre. Deseamos de corazón que la iniciativa sea fructífera en esta ocasión y que el durmiente don Pedro Romero, Concejalía de Cultura, Dª Marta García-Romeu, Concejalías de Juventud y Participación Ciudadana, y el mismísimo Sr. Alperi tengan a bien vivir y dejar vivir. O lo que viene a ser lo mismo: que dejen hablar a quienes tienen sin duda algo que decir. En el mejor de los casos, y viendo venir las tretas y el interés de los anteriormente mencionados en el asunto cultural y participativo (viendo, también y cómo no, intervenciones como el Tram o el Plan Rabasa), quedaría desearles un justo desenlace de cara a la futura deliberación popular en cuanto a lo perteneciente al pueblo.
Queda, no puede uno cerrar la boca, mencionar aquello de cuando las barbas de tu vecino veas pelar..., y no tan sólo en el sentido en que se pudiera pensar a primera vista, sino en todos los sentidos, ante todo y porque las páginas en que nos encontramos obligan, en el cultural. Ya los amantes del folclore y las corales lo hacen pero, para cuándo las manifestaciones culturales colectivas: ¿o ya no quedan grupos de música, grupos de teatro y gentes afines a la cultura en esta ciudad?
