Historia

Álbum de Cromos. Matonismo en Villena (1906-1931). Cuarta estampa: “Animales”

Agosto de 1906. Agosto. La violencia está a flor de piel. Se maltrata a las personas y se maltrata a los animales. A un burro le estrellan un cántaro en la cabeza y una mula queda moribunda a estacazos. La denuncia cabe en el periódico (1).
Las Ordenanzas Municipales de Villena aprobadas en 1905 son sensibles a la defensa de los animales. Por ejemplo el artículo 207 procura que la muerte del animal en el matadero no sea martirio. Lo legislado quiere evitar el capoteo de reses, el azuce con perros. También, estas Ordenanzas eran claras respecto a la costumbre de correr toros. En el artículo 76 "se prohíbe a los espectadores apalear a los novillos, pincharles, tirarles piedras y otros objetos." Pero la realidad... "Es un casico estupendo / el toro en la Corredera, / porque es lucha de un berrendo / con cuatro u cinco mil fieras".

No obstante, la sensibilidad contra el maltrato de animales será manifiesta en la ciudad. Y campaña furibunda para "El Bordoño" y las Sociedades Obreras. El semanario combatirá contra la costumbre de correr toros en la Corredera durante los festejos de septiembre. Porque correrlos, de ahí la copla, era apalearlos (2). De ahí la copla y la denuncia editorial.

Bajo el título genérico "En pro de la cultura" se publicaron varios artículos. En el que traemos, bajo el subtítulo con ecos almogávares de batalla, "¡Despierta, pueblo!, se describe el festejo aderezándolo de denuncia social. Descripción que por "fotográfica" reproducimos casi al completo:

"Acaban de dar en Santiago las dos campanadas que anuncian la hora señalada en el programa para la suelta de las vacas. Un público inconsciente y abigarrado, compuesto en su mayoría, de individuos que llevan bien provisto el depósito abdominal, ocupa los balcones, las barreras, las puertas y ventanas, de una de las principales calles de la población. Desde la hipócrita señorita que finge conmoverse ante la muerte de un mosquito, hasta la tosca jornalera que aparenta sentir la fuga de su gato; figuran allí muchas mujeres, dispuestas a gritar al menor atropello del cornúpeto, sin perjuicio de continuar presenciando una diversión que tanto parece repugnarles.

En el centro de la calle bulle una compacta muchedumbre, compuesta de gran número de honrados trabajadores que, envalentonados por la fuerza del vino almacenado en esos días, vociferan como energúmenos, detrás de una huída bestia, más noble y sencilla que sus embrutecidos perseguidores.

Sudando como esclavos y enrojecidos por la pasión, cruzan muchas veces la amplia calle, mientras los llamados señoritos, los burgueses de poca monta, se regodean ante el espectáculo, viendo tumbar jornaleros y artesanos, entre los vapores del café, el aroma de un cigarro o los pastosos regüeldos de una pesada digestión.

Ya pasa el toro corriendo, molido a palos y claveteado por el grupo de cobardes atormentadores que logra alcanzarle de vez en cuando y al atravesar el trozo de la calle donde se halla instalado el Círculo aristocrático, una escogida colección de jóvenes intelectuales saluda a la fiera y achucha a la enardecida patulea, arrojando un buen número de sillas y dando alaridos de salvaje...

¡Qué hermoso momento! ¡Hurra por los valientes! ¿Quién dijo que la juventud villenense no servía para nada?...

Y así transcurren un par de horas de canibalesca expansión, mientras allá, en los barrios altos del pueblo, recostadas en miserables camastros, lloran muchas madres el incurable salvajismo de sus hijos; esperan muchas esposas, con el corazón apretado, la noticia de que han magullado a su marido, [...]."

El artículo denuncia el bochorno de ver a los hijos sumidos en la esclavitud de siempre y continúa criticando a las autoridades por consentir y presidir "con orgullo una fiesta en la que raro es el año que no quedan heridos unos cuantos, y hasta muertos alguna vez [...]." Se califica al festejo de brutalidad e impropio de una sociedad civilizada. Se llama a la conciencia y sensibilidad incidiendo en la cuestión social: "[...] sirve como carne de cañón a las risas y burlas de los adinerados propietarios que gozan viendo que, con su estupidez, los obreros no se ocupan de sus derechos y se embrutecen en lugar de civilizarse; [...]".

Después, califica a los participantes de "rifeños", apelativo xenófobo común entonces para asociar lo incivilizado a lo africano en general y a lo rifeño en particular.

Pan y circo
Finalmente, el editorialista anima a exigir más justicia, más pan durante la fiesta, la creación de una Caja de Ahorros –reivindicación frecuente en la época contra la usura–, más educación y... Y pide que se quejen recordándoles que "[...] marcháis a la guerra mientras los ricos se libran y permanecéis pasivos ante las injusticias sociales". Y termina: "¡Abajo los toros! ¡Viva la regeneración de los trabajadores y la cultura de nuestra querida población!". (3)

La barbarie no era exclusiva en Villena. Pío Baroja en El mayorazgo de Labraz relata un cuadro similar: "Los mozos, señoritas y patanes, se ponían en las vallas y al pasar el toro junto a ellos le hundían pinchos, le pegaban en el hocico, le saltaban un ojo si podían, y al último, cuando echaban un toro ya viejo o una vaca, después de torearla, se echaban todos sobre ella, la sujetaban y la iban dando navajazos hasta convertirla en una piltrafa." (4) Ni la barbarie, ni la hipocresía. Ángel L. Prieto de Paula nos trae de Larra la imagen de la doncella que disfruta de la muerte de varios toros en una corrida, pero que se asusta ante un tímido ratón; junto a la de la tierna casada, disgustándose ambas porque el toro no ha destripado a varios caballos; como cuando nuestro editorialista alude a la "hipócrita señorita" y a la "tosca jornalera" (5).

En septiembre de 1907 la costumbre ya no será en Villena. Una batalla ganada por el periódico y las Sociedades Obreras. Satisfacción. Pero queda el sabor de la barbarie.

Notas
1. "Noticias". En El Bordoño, 9 (12.08.1906).
2. MARCO AMORÓS, M. (2002), "La regulación de lo cotidiano. Las Ordenanzas Municipales de Villena de 1905". En Revista del Vinalopó, 5, Centre d'Estudis Locals del Vinalopó, Petrer, pp. 25-54. "Noticias". En El Bordoño, 14 (16.09.1906). Véase MARCO AMORÓS, M. (2007), "Los quijotes de la pluma". Introducción a César López Hurtado, Mateo Marco Amorós (Coord.), José Puche Acién (2007), Periodismo y sociedad. Villena, 1881-1999, Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, Alicante, pp. 42-43. Citado por PRATS, V. (1994), "Recuerdos". En Semana Santa, Villena, 1994, en referencia a la cita de J.M. SOLER en "Esquema histórico de las comparsas de Moros y Cristianos." Ítem LÓPEZ HURTADO, César (2011), La fiesta de los toros en Villena. Orígenes y tradición, Edita César López Hurtado, Villena, p. 71 y ss.
3. "En pro de la cultura. ¡Despierta, pueblo!". En El Bordoño, 57 (14.07.1907).
4. Cit. en MIGUEL, A. DE (1995), La España de nuestros abuelos. Historia íntima de una época, Espasa Calpe, Madrid, 1995, p. 291.
5. PRIETO DE PAULA, Ángel L. (2013), "Mozart y la matanza del cochino". En Monólogos del jardín, Huerga y Fierro, Madrid, p. 65. Lo de Larra en "Corridas de toros": http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/corridas-de-toros--0/html/ff76f7ea-82b1-11df-acc7-002185ce6064_1.html

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