Historia

Álbum de Cromos. Matonismo en Villena (1906 – 1931). Décima estampa: “¿Quién compra?”

En el periódico la comparación es desmedida pero siendo en tiempos de hambres sirve contundente contra la sisa. Y contra la violencia estatal. Así dice: "Imitando al gobierno, que contesta con mauserazos a las rebeldías de los desheredados, la vendedora de carnes Isabel Román ha abofeteado a una pobre mujer, por el tremendo delito de rebelarse ante la supuesta sustracción de algunos gramos de dicho artículo. / El Juzgado entiende en el asunto." (1)
Pero para "jaleo gordo" –así lo califica "El Bordoño"– el que se lió un viernes último de julio de 1908 en la calle San Cristóbal. Por el ritmo y gracejo de la narración no nos resistimos a reproducirla: "Una expendedora ambulante de caracoles chupalanderos, algo ligera de genio sin duda alguna, se acercó a una muchacha que estaba en la puerta de su casa, ofreciéndole la mercancía que la otra no quiso comprar; mortificada por lo visto con la negativa, dirigió a la chica una frase un tanto mordaz que, oída por su madre, provocó una escena violentísima. En efecto, saliendo en defensa de su hija y enarbolando una estaca que tenía a mano, le propinó a la vendedora entre oreja y oreja un soberbio palo; ¡aquí fue Troya! roja la última de indignación cogió una piedra, apuntó cuidadosa y lanzándola con fuerza vino a dar en el pecho de la joven. / Enzarzóse con esto más la cuestión; creció la furia de las combatientes, menudearon los epítetos de subido color y acudieron los guardias por fin, evitando así una segura hecatombe." (2)

Los vendedores ambulantes, quizás por aquello del trapicheo y del nomadismo, suelen ser vistos por la población con recelo. No obstante, el villenense José Guillén Hernández les dedicó un entrañable y largo capítulo en el libro que titulamos "Estampas villeneras" recogiendo sus típicos pregones. Precisamente hablándonos de la venta de caracoles chupalanderos –los que Soler García define como "especie de caracol que se cría en los árboles y en las hierbas; es de pequeño tamaño y cáscara de color melado" (3)– nos cuenta que al grito de "¡Caracoles chupalanderos!" algunos paisanos retrucaban al reclamo del vendedor respondiendo: "Chúpalos tú que yo no los quiero". (4)

A lo peor sobre la mala fama de estos vendedores pesaba una noticia publicada años atrás, a principios de noviembre de 1890, en "El Demócrata": "El Sr. Juez de instrucción de este partido, en la causa sobre robo en la Administración de Biar, ha dictado providencia en 27 del pasado, mandando comparecer a Vicente Giner Expósito, quinquillero ambulante para que comparezca en este Juzgado en el término de 10 días a prestar declaración en dicho sumario." (5)

No sabemos si el término "quiquillero", sinónimo de "quincallero" pero también de "quinqui", está escogido por el redactor a propósito, por aquello de jugar aquí con el doble significado de las palabras, pero para ese mismo año encontramos una noticia que llama nuestra atención por algunas coincidencias. Se trata de una requisitoria de la Audiencia de lo criminal de Huércal-Overa (Almería), dada el 25 de junio de 1890, citando "al procesado Francisco Vicente Giner Gómez, de veinticinco años, soltero, alambrero, natural de Pinoso y vecino de Murcia, cuyas demás circunstancias y actual paradero se ignoran". Se le cita para que en el plazo de quince días "comparezca de rejas" dentro de la cárcel de la Audiencia de Huércal-Overa. A este Giner Gómez se le decretó prisión por robar efectos de quincalla. Se le advierte de que si no comparece se le declarará rebelde. En la misma requisitoria se ruega a todas las autoridades de la nación que "procedan a la busca, captura y conducción del mencionado Francisco Vicente Giner Gómez (...)." (6)

Sisas, adulteraciones, fraudes…
Volviendo a las sisas en el mercadeo, la prensa nos informa de que un jueves veintitrés de julio "por la noche fueron recogidos por los municipales algunos panes faltos del peso de 35 a 40 gramos cada uno, al panadero Melquíades Martínez Jiménez." El redactor es comprensivo considerando que estas faltas pueden ser involuntarias debido a la mayor o menor fuerza del horno. Para evitar este problema propone que en vez de vender el pan por piezas se pese a la vista del comprador. (7)

También en esos años, atentos al posible fraude alimenticio, la prensa villenense informa de la publicación a fines de mayo de 1909 de un bando del alcalde accidental Manuel Ritas García advirtiendo sobre la posible existencia de aceite adulterado, aceite de oliva mezclado con el de cacahuete y otras semillas. Al respecto, la autoridad local remite a las disposiciones de Gobierno Civil fechadas en doce de octubre de 1908 y recuerda el derecho a denunciar; así como el estar dispuesto a inspeccionar las muestras que se recojan de los establecimientos. (8)

Pero para fraude en la época el que se dio en todo el país con los duros falsos. A finales del XIX y principios del XX se detectaron en España monedas de cinco pesetas –un duro– falsas. Duros popular e injustamente bautizados como "sevillanos". Injustamente porque las cecas delictivas también existieron en Cataluña (Barcelona, Gerona), en Levante (Alicante) e incluso en México. A algunos de estos duros también se les conoció como "amadeos" al llevar grabado el busto de Amadeo de Saboya, rey de España entre 1870 y 1873. José Conde García en el cuento titulado "Ir por lana", entre detalles costumbristas, trae el asunto:

Cerrada una operación de venta de mulas, comprador y vendedor acuden a herrar a la mula o mulo Lucero. Cuando el tratante ve las herraduras que se utilizan denuncia su mala calidad doblando una de ellas con la mano. A pesar de ello paga al herrero que cuando recibe el duro lo dobla. Finalmente, el herrero, tras escoger una moneda, va a cambiarla al comercio de enfrente pidiendo al tratante que se espere. (9)

También relacionado con la falsificación de monedas, cuando el aviso sobre el posible fraude del aceite, en el mismo número, el periódico advertía de la existencia de monedas de dos pesetas del año 1870 falsas, perfectamente imitadas. ¡Ojo! (10)

Notas
1. "Noticias". En El Bordoño, 53 (16.06.1907).
2. "Noticias". En El Bordoño, 88 (02.08.1908).
3. SOLER GARCÍA, José María (1993), Diccionario villenero, Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", Fundación José Mª Soler, Alicante, Villena.
4. GUILLÉN HERNÁNDEZ, José (2008), Estampas villeneras, Introducción de Vicente Prats Esquembre y estudio introductorio de Mateo Marco Amorós "Una mirada retrospectiva", APADIS, Villena, p. 79.
5. "Sección local y general". En El Demócrata, 12 (02.11.1890).
6. Boletín Oficial de la Provincia de Murcia, 7 (08.07.1890).
7. "Noticias". En El Bordoño, 87 (26.07.1908).
8. "Noticias". En El Bordoño, 123 (30.05.1909).
9. CONDE GARCÍA, José: "Cuento. Ir por lana…" En El Bordoño, 125 (13.06.1909).
10. "Noticias" En El Bordoño, 123…

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