Alcaraz se divierte y pasa a cuartos en Roland Garros
El martes se enfrenta a Tsitsipas, finalista en 2021, por un puesto en la semifinal
Carlos Alcaraz se mueve cada vez con más clase en una pista de tenis. Su juego impetuoso ha dejado espacio también a la elegancia en Roland Garros. Llegaba a París con dudas sobre su antebrazo derecho, sin poder quitarse de la cabeza el miedo a que reaparecieran las molestias. Y eso le ha hecho adoptar un estilo de juego más equilibrado, que aúna su habitual potencia con una delicadeza que va en aumento.
Sin perder su esencia, el pupilo de Juan Carlos Ferrero da rienda suelta también a la elegancia en forma de dejadas, voleas, globos y, sobre todo, passings, en ocasiones suaves y precisos, para resolver intercambios.
Si a todo eso se le une la rapidez propia de un Fórmula 1, como los que pilotó el legendario Alain Prost, que disfrutó en la grada, el resultado es una victoria como la de este domingo ante Felix Auger Aliassime, en tres sets (6-3, 6-3 y 6-1) y 2h20, para meterse por tercer año consecutivo en los cuartos de final del torneo francés (acumula ocho en Grand Slams).
El martes, Alcaraz se enfrentará a Stefanos Tsitsipas, finalista en 2021, que lo pasó mal de inicio, pero mejoró ostensiblemente hasta remontar y eliminar al italiano Matteo Arnaldi (3-6, 7-6 (4), 6-2 y 6-2 en 3h11). “Me encantan este tipo de partidos. He estado viendo muchos de Stefanos y está jugando muy bien. Tengo que intentar hacerle sentir incómodo”, advirtió Charly, que ha ganado siempre al griego (5-0) y ahora ha consumado en un par de años (desde 2023) el derribo del ogro que le amargó sus primeros pasos en el circuito. Aliassime (23 años y 21º) le superó en tres ocasiones entre 2021 y 2022 (US Open, Copa Davis y Basilea), y el murciano se lo ha merendado en sus tres últimos duelos (los anteriores en Indian Wells 2022 y 2023), sin ceder un set para igualar el cara a cara.
Desde que cayó ante el alemán Jan-Lennard Struff (42º) hace tres ediciones, Carlitos no ha vuelto a perder en majors contra un rival de fuera del Top-20 (36-0). Su avance en París mantiene la buena costumbre, que dura ya 28 años (desde 1997), de que haya al menos un español entre los ocho mejores del torneo.
Mejor en todo
A Auger-Aliassime le faltó finura para plantarle cara a Alcaraz. Cometió errores (39 no forzados) bastante groseros, reveses que se iban anchos o largos por mucho. El saque, uno de sus puntos fuertes, no le ayudó demasiado. Y produjo pocos golpes ganadores (14). Con esos mimbres no tenía nada que hacer ante la variedad y la riqueza de recursos del prodigio de El Palmar, que después de solventar el susto por un quiebre de salida del jugador de Montreal, prevaleció con soltura en los dos primeros parciales. Luego le pasó por encima en la tercera manga, al borde del rosco. Fue mejor en casi todos los apartados estadísticos. No digamos ya en cuanto al entendimiento del juego. El último punto del partido lo hizo con una subida a la red y un voleón precioso. Fue su 34º winner.
Encima se lo pasó bien. Mientras atendían a Auger-Aliassime al principio del segundo set, por unos problemas en la parte baja de la espalda, jugó con el público, que acompañó con ‘olés’ sus movimientos de calentamiento con raqueta. Así de suelto y a gusto estaba, al fin al aire libre, aunque hacía fresquito. Eso le hace, si cabe, más peligroso. Llegó a Francia con perfil de tapado y ahora tiene pinta de ganador.