Algunas de las mayores sorpresas deportivas de la historia
El deporte es impredecible, y donde menos lo esperas puede darse un resultado inesperado
Los aficionados a las emociones deportivas, también quienes optan para jugar en las casas de apuestas nuevas 2022, van en busca de la gran sorpresa, esa victoria inesperada que puede convertir un triunfo deportivo en la mejor inversión de sus vidas.
No decimos nada nuevo si escribimos que los operadores de apuestas deportivas, también para las tan de moda apuestas criptomonedas, saben lo que se hacen, ofreciendo unos precios más que calculados y jugando de antemano con unas probabilidades que conocen mejor que nadie. Ya es más que sabido: la banca siempre gana.
No obstante, siempre habrá deportista que con su esfuerzo y perseverancia pulvericen todos esos cálculos, outsiders con todas las probabilidades en contra que, en consecuencia, hicieron saltar la banca son sus inesperadas victorias, recompensando a quienes apostaron por ellos con grandes beneficios.
A continuación, te dejamos un resumen de algunas de las mayores sorpresas de la historia del deporte, una información que además nos deja una importante enseñanza: nadie es invencible, ni siquiera los más absolutos favoritos, y buscar lo improbable puede ser en consecuencia el camino más corto hacia el éxito.
Douglas noquea a Tyson en 1990
Mike Tyson era el indiscutible campeón mundial de los pesos pesados cuando se enfrentó a Buster Douglas en Tokio (Japón). El mito del boxeo era imparable, atesorando ya 37 victorias consecutivas, 33 de ellas por KO. Frente a él, un semidesconocido boxeador, 7 años más viejo y que ya acumulaba unas cuantas derrotas durante su carrera, que ya enfilaba su recta final.
Pero sucedió lo que nadie esperaba. Tyson ofreció una actuación desconcertante, muy alejada de su habitual paseo militar y, resistiendo los golpes y alargando el combate, Douglas acabó noqueándolo en el décimo asalto, lo que supuso una auténtica sorpresa a nivel global.
El Leicester gana la Premier League 2015/16
Este triunfo se pagaba 5.000 a 1 antes de comenzar la temporada. Un equipo que había evitado de milagro el descenso la temporada anterior, y cuyo objetivo, en el mejor de los casos, era acabar en la parte media de la tabla, acabó subiéndose a las barbas de fortalezas como el Liverpool, el Manchester United o el Chelsea.
Entrenados por el viejo zorro italiano Claudio Ranieri, los del Leicester agarraron una dinámica ganadora desde el comienzo que del campeonato que retroalimentó su convicción y su vez. Cuando más ganaban más fuertes se volvían, mientras que sus rivales se peleaban y quitaban puntos entre ellos, hasta que doblaron la rodilla a falta de dos jornadas para concluir el campeonato. Fue el milagro del Leicester.
Los Rams de San Luis se hacen con la Super Bowl 1999
Al comienzo de la temporada, la victoria de los Rams en la NFL se pagaba 300 a 1, mucho si tenemos en cuenta que el equipo no atravesaba su mejor momento después de algún episodio chusco que afectó a varios de sus jugadores. Por si esto fuera poco, su fichaje estrella, Trent Green, se lesionó durante la primera semana de liga y se perdió el resto de la temporada.
Sorprendentemente, su sustituto de última hora, un desconocido Kurt Warner, resultó vital para construir en torno a él a un equipo en el que de repente encajaron todas las piezas, completando una temporada magnífica y haciendo historia al ganar el mayor espectáculo deportivo del mundo, la Super Bowl.
Historia sobre hielo
En plena guerra fría, los juegos olímpicos de invierno de 1980 depararon un enfrentamiento entre la poderosa selección de hockey sobre hielo de la Unión Soviética y el equipo de Estados Unidos. Un partido que, habida cuenta de la situación política, generó titulares en todo el planeta.
Los soviéticos jamás habían perdido un partido de hockey en la historia olímpica, y los estadounidenses venían de perder en un amistoso previo contra ellos. Las apuestas estaban 1.000 a 1 a favor de los rusos, pero sin embargo, un joven y poco experimentado equipo americano logró desafiar los pronósticos, ganar por un ajustado 4 a 3 y dejar en la estacada a la todopoderosa URSS, que consideró la derrota como una vergüenza nacional. Posteriormente, tras ganar a Finlandia, la selección de EE.UU. se hizo con el oro.