Aquí no hay quien viva (Carta al director)
Casi todos conocemos esta serie, y para los que no, les diré que se basa en una comunidad de vecinos cotillas, principalmente son tres viejas jubiladas las cuales están aburridas con lo cual se pasan el día espiando y despellejando a sus vecinos, eso con un toque de humor. Pero cuando la realidad supera a la ficción no tiene ninguna gracia.
Pues bien, yo vivo en un barrio supuestamente tranquilo, la Constancia. Nadie sabe lo importantes que son los vecinos, sobre todo viviendo en una planta baja. Al igual que en la serie tengo tres vecinas cotillas que pasan más de 12 horas en la calle y se aburren como ostras. Toda su vida, y ahora más todavía, les ha gustado el mal del prójimo y, además, tienen el síndrome de la abeja: creerse la reina y ser solo un bicho. Se meten en la vida de los demás, lo critican todo y lo peor son las vejaciones que vierten.
Entre ellas siempre ha habido disputas pero, como se junta el hambre con las ganas de comer, al día siguiente están juntas otra vez. Ahora se han unido formando un complot para despellejarme e injuriarme. Es injusto y vergonzoso y no hay quien las pare, porque con la Justicia ya se sabe, no se juzga a las personas, sino a la edad: si son menores les protege la ley, y si son mayores también; siempre les dan la razón.
No les digo lo que han vertido de mí porque son cosas muy fuertes, pero sí les diré que una de ellas dijo que se murieran mis hijos de 15 y 20 años, con ello se pueden imaginar la gente que es. Otra es muy conocida en todo el pueblo por el daño que ha hecho en toda su vida.
Y me pregunto, ¿dónde está la Justicia? ¿Por qué tenemos que consentir esto? Que se metan en nuestras vidas y nuestras casas. No podemos salir a la calle sin que se nos critique, nos tienen amargados y nadie dice nada. Solo dicen que no valen la pena, pero eso a mí no me sirve de nada. Siempre se ha oído que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra y no sé cómo se atreven, porque si les contara la vida de ellos no terminaría nunca.
Si alguien me puede ayudar, busco sugerencias para terminar con estos cotilleos, que parece imposible. Gracias.
Posdata: Aquí no hay quien viva.