Arrastrando su cabeza de unicornio rubio por el mundo inhóspito de la infelicidad
No teníamos bastante con el evidente desastre mundial de la pena de Patricia Rato, separada de Espartaco de un capotazo, arrastrando su cabizbaja cabeza de unicornio rubio por el mundo inhóspito de la infelicidad. Ni que Jean de Orléans y Filomena de Tornos hayan tenido un hijo, cuyo nombre recitado de corrido (Gastón Luis Antonio María) produce una extraña e involuntaria percepción subliminal de aristocráticos despachos de notarios cubiertos de polvo y monóculos.
Ni que ¡ay! nos sorprenda la desaparición (no por esperada menos conmovedora y enajenante en su altísima dignidad) de José Luis Gómez-Acebo y Cejuela, marqués de Vallcabra, Hermano de Margarita de Bulgaria (a quien [se abren comillas de incredulidad] se veía visiblemente afectada [se cierran comillas] en la misa funeral oficiada en el santuario de Schoenstatt en Pozuelo de Alarcón, arropada por sus hijos Konstantín y Kubrat, con sus respectivas esposas, María García de la Rasilla y Carla Royo-Vilanova, además de su otra nuera, Miriam Ungría, esposa de Kardam) y primo hermano del desaparecido Luis Gómez-Acebo, esposo de doña Pilar de Borbón. Ni que Victoria de Suecia y Daniel Westling (que en la foto tiene cara de director de cine neorrealista italiano con algo de saludable sobrepeso) se vayan a ¡casar! el 19 de junio y ahora nos enteramos de [se abren comillas de incredulidad] los secretos de la boda [se cierran comillas], que consisten en a) la ceremonia se celebrará en la iglesia de San Nicolás, b) irá vestida por el modisto Par Engsheden, c) 1200 serán los asistentes, d) su padre le regalará una diadema de diamantes y aguamarinas, y e) su nidito de amor será el castillo de Haga. Ni que Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock mantenga en vilo a la intelligentsia mundial sobre su eternamente rumoreado anuncio de compromiso oficial mientras van al circo en familia riendo como ¡si no pasara nada! Ni que la nueva novia de Carlos Felipe de Suecia, Sofía Hellqvist, posara desnuda en la revista Slitz, levantando comentarios de indignación, pero también de [se abren comillas de incredulidad] admiración [se cierran comillas] por parte de la ilustre masculinidad del país nórdico. Ni que Jaime de Marichalar, cual plebeyo que estudia con lupa y ¡desesperación! los saldos de su cuenta corriente, tuviera que recurrir a las rebajas de enero para hacer una jornada de Shopping de supervivencia, en la que adquirió algunos artículos de moda y por supuesto ¡algunos libros! en unos conocidos grandes almacenes de Madrid. No teníamos bastante con todas estas amargas y transcendentes efemérides cósmicas, entre la que no podían faltar las obregonadas de Ana en El Programa de Ana Rosa Quintana (© 2010 Ana Rosa Quintana Inc. Todos los derechos reservados) para deleite de los niños hasta diez años con deseos precoces y vulgares, en el que también ¡disfrutamos! de las declaraciones de Alessandro Lecquio desvelando que su hijo, Alex, le había dicho al enterarse que también iría su madre al plato: Pues nada, papá, ánimo, demostrando una madurez impropia de su mundo interior y sobre todo exterior. Nada de todo esto era suficiente que ahora nos enteramos de que [se abren comillas de incredulidad paralizante] ¡la nueva imagen de la dieta de la alcachofa es Carmen Bazán que después de unos cuantos días entre vegetales se ha dado cuenta de que la armonía es muy buena. Por eso, a estas alturas ya le parece todo bien! [se cierran comillas, y el frasco vacío de barbitúricos]