Con casi ochenta galerías se presentaba el pasado fin de semana la segunda edición del salón de arte moderno y contemporáneo Art Madrid. Hasta allí se desplazó Epdv para encontrarse con Rafa Hernández.
Pintor villenero afincado en Campo de Mirra que presentaba sus trabajos en la galería valenciana Del Palau. Al igual que nos ocurriera el pasado año al encontrar la obra de Lorena Amorós en la feria de arte Arco, sentimos con profundidad aquello que a los franceses les da por llamar chauvinismo. Y es que no es para menos cuando tras recorrer los pasillos que exponen obras de Miró, Tápies, Chillida, Clavé, Gordillo o Barceló, uno se encuentra con las obras de un paisano (y además, un amigo).
En primer lugar al comenzar a hablar de este joven salón, cabría reconocer la desconfianza inicial antes de conocerlo. Las noticias que de él nos habían llegado lo situaban como la agrupación de una escisión de galerías que anteriormente pertenecían o lo intentaban a Arco. Pero una vez allí, con Rafa como cicerone para más Inri (aunque no pudiera acompañarnos durante toda la jornada), uno comienza a descubrir una muestra más que interesante y bastante diferenciada de la anteriormente citada. Se trata de un espacio muy cómodo de recorrer y con una gran cantidad de obras que contemplar. Sobra decir que tanto las facilidades para acudir a la feria con transporte gratuito desde el centro de Madrid hasta el mismo Palacio de Cristal como la asistencia moderada de visitantes, en comparación con la aglomeración impertinente que reina en Arco, sitúan a Art Madrid como uno de los puntos de visita obligada. Todo ello sumado por supuesto al interés principal que no es otro que el encuentro con la pintura casi en su totalidad y con autores de gran relevancia junto a otros desconocidos que comienzan a despertar curiosidad y admiración.
La galería Del Palau, así como la organización del salón, tuvieron a bien, puesto que no es algo común, permitir que Rafa presentara su cada vez más conocida espiral en una de las paredes de su stand. Y aunque ésta no alcanzaba las dimensiones de la espiral realizada en su intervención en el Club Información, fue bien acogida al punto de encontrarnos a varios visitantes haciéndose fotos junto a ella. Por suerte, pese a los problemas iniciales, podremos disfrutar de dicha intervención en la Casa de la Cultura, donde Rafa inaugurará su exposición esta tarde de viernes a las ocho y media. En la parte negativa de esta feria de asistencia recomendable sobre todo si ustedes hacen el viaje a Madrid para ver Arco, resaltaría el exceso de obras de autores reconocidos, un abuso en busca de negocio y de reputación para las galerías que cierra hueco a nuevos valores.
