Artículo de opinión del PSOE: Se trata de recuperar la dignidad
Villena, como tantas otras localidades españolas, no pudo quedarse al margen de los homenajes que a finales de los años sesenta organizaba el Movimiento para ensalzar la figura del Caudillo Francisco Franco. No es mera casualidad por tanto que la gran mayoría de medallas de oro y nombramientos de hijo predilecto que el dictador poseía, tengan como fecha de concesión la segunda mitad de la década de los años sesenta.
Estos galardones no surgen ni son respaldados por iniciativa popular alguna como ocurre en la actualidad con este tipo de reconocimientos, sino que era el partido único en el poder quien suponía, proponía y disponía. Por tanto la concesión de esta medalla al militar golpista careció en su momento del respaldo de la ciudadanía de Villena, entre otras cosas porque los derechos de reunión y de asociación estaban extremadamente controlados en aquellos años. Luego, el galardón fue concedido por una corporación municipal no surgida de las urnas y no pudo ser respaldado por los ciudadanos y ciudadanas porque sus derechos estaban extremadamente limitados. Por estas dos únicas razones ya sería legítimo que el Pleno de la Corporación Municipal de Villena diera su aprobación unánime a la propuesta que presenta el Partido Socialista, para que se le retire la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad al dictador Francisco Franco.
Pero cada vez que surge algo relacionado con lo ocurrido en la dictadura franquista, cada vez que una persona, o un colectivo pide que se reconozcan derechos, que se recupere la dignidad de las personas, surge el mismo razonamiento por parte de la derecha de este país, concentrada en un partido único, el PP. Lo primero que se comenta en los foros es que no tenemos otra cosa mejor que hacer los de izquierdas, para decir a continuación que la sociedad española tiene otros problemas más importantes que resolver que revisar la historia, para seguidamente argumentar que estos asuntos no son los que le preocupan a la gente.
Estos son, sin duda, argumentos muy similares a los que los golpistas de otros países, como Chile o Argentina, utilizaban también para que no se revisaran sus causas. Sin embargo, desde la lejanía todos parecemos estar de acuerdo con que en aquellos países se recupere la dignidad de las personas, todos de una manera o de otra simpatizamos con movimientos como el de las Madres de la Plaza de Mayo. Pero cuando se trata de España es diferente, aquí lo mejor para algunos es no meneallo, evidentemente para quienes su memoria no necesita ser recuperada. Por eso cada vez que hablamos de devolver la dignidad a nuestros muertos, que merecen también una lápida en los cementerios como la tienen los suyos, nos acusan de revanchistas. No se trata de revancha, sino de dignidad. No se trata de vengarse de nadie, ni de acusar a nadie aunque tuviéramos razones para hacerlo, se trata de reconocer todo lo que hicieron aquellos y aquellas que murieron o fueron maltratados por defender la libertad y la democracia. Y defendiendo esta recuperación de la memoria deberíamos estar todos los demócratas, estemos en el lado que estemos.
Sin embargo, no hay manera de que se nos acepte con el más mínimo respeto que presentemos ante las instituciones democráticas iniciativas como la de la retirada de un galardón que nunca debió ser concedido, que los que creemos en la igualdad de derechos entre los hombres y las mujeres, en la democracia en sí misma, deberíamos estar juntos en esto.
No se trata pues de revisar la historia, no se trata de revanchas, ni de venganzas, se trata de dignificar la democracia.
PSOE-Villena
Secretaría de Comunicación