Artículo de Vox sobre la violencia de género y la celebración del 25N

Ante todo queremos dejar claro, que nada ni nadie justifica la muerte de un ser humano; sea mujer u hombre. Ni tod@s somos tan buen@s ni tod@s somos tan mal@s.
Estamos de acuerdo, en que la mal llamada “violencia de género”, porque al fin y al cabo es “violencia”, es una lacra que tiene esta sociedad en pleno siglo XXI. Nos asombramos por las cifras, por las familias rotas, por los niños... y nos quedamos sin habla cuando las cifras de adolescentes aumentan.

Se dan charlas en las escuelas e institutos y, parece que algo importante se nos escapa. Y es cierto... Supuestamente lo que más nos preocupa hoy es el bienestar de los niños; adolescentes y adultos del mañana y, no nos damos cuenta de lo que les estamos inculcando en el día a día.

Si un adulto empieza a crear monstruos en la mentalidad de un niño, éste termina siendo un monstruo, porque asume como propio ese rol. Antaño el hombre era fuerte, no lloraba, no mostraba sus sentimientos, era una forma de vida. En la actualidad, hemos denostado esa imagen porque no se corresponde con el hombre que necesitamos hoy en la sociedad.

Cuando se manipula a un niño en contra de su madre o padre y, crece en ese ambiente de odio hacía alguno de sus progenitores, termina siendo como el monstruo que estamos creando. Se le está haciendo un gran daño psicológico cuando es utilizado para dañar a otra persona, porque lo que para unos es una venganza, para otros se convierte en un hábito de vida. El odio, el rencor, la manipulación, la venganza, el hacer daño sin mas es un arma de doble filo, que nos está haciendo muy peligroso el potencial que estamos poniendo en la calle todos los días.

Los extremos y la radicalización psicológica, son los consejeros de estas nuevas generaciones, donde se convierte al niño en el arma arrojadiza para hacerle daño al otro. ¿Estamos pensando entonces en el niño? Simplemente intentamos satisfacer nuestro deseo de venganza...

Sabemos que hay personas retorcidas: hombres y mujeres; sabemos que hay personas que NO denuncian: hombres y mujeres; sabemos que hay violencia en hombres y en mujeres, entonces, ¿por qué cuando la violencia deriva hacia la mujer es “violencia de género” y cuando deriva hacia el hombre es “violencia doméstica”? ¿Igualdad?

Dicen que creer es primo-hermano de no saber, pero a veces pensamos que no sólo hace falta educar en las aulas sino también en las casas de cada uno. Respeto, principios, valores... ¿Nos importa realmente el daño que les estamos haciendo a los hombres y mujeres del mañana?