Esta misma semana he recibido con una gratificación especial una doble noticia absolutamente gratuita en lo que a mi peculio tributario se refiere, último trimestre del penúltimo año zapateril (si es que llega al último) que sin duda proporciona un alegre reconocimiento a mi municipio y a quien voté como alcaldesa en su representación: la apuesta definitiva por un proyecto, al concebir nuestra ciudad de Villena como lo que fue, es y necesariamente habría de ser.
Cada vecindad en aspectos económicos y culturales comparativos detenta una personalidad propia, cuando dispone y ordena una identidad reconocible en todos y cada uno de los criterios que, mayoritariamente, se ha empeñado en obtener. Esta Villena ineludible o inseparable a sus ciudadanos, es la que ubicada en una particular disposición territorial produce ya de antaño, como entidad física, geográfica y administrativa, los servicios sociales demandados en un área más extensa a uno de los partidos históricos territoriales más importantes en toda España.
Esta misma semana, el Parlamento Europeo ha aprobado un informe en el que pide reforzar la cooperación entre los Estados miembros para mejorar la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento del Alzheimer y de otros tipos de demencia. Los diputados proponen a los Estados miembros crear centros especializados con equipos médicos adecuados para tratar estas enfermedades. También abogan por establecer una red europea de Centros de referencia y mejorar el intercambio de buenas prácticas en la investigación.
A la par, la alcaldesa y mis vecinos, mucho antes de la resolución Parlamentaria Europea pone en aptitud disponible el desarrollo de este futuro decisivo, eligiendo un modelo de inversión acertado a las características que nos distinguen como ciudad, el Centro de Día para enfermos de Alzheimer con una capacidad inicial para 80 enfermos.
Que las transferencias municipales de competencias nacionales y autonómicas en materia de bienestar social, reconocidas en el acto inaugural de la sede por la subdelegación del Gobierno Central y la Consellería Valenciana, comprometan las ayudas burocráticas a la única Hacienda Pública que no los puede generar de forma independientemente o autónoma, pero si que se ha dedicado a ello en su labor de conseguirlas.
Me conformaría, como votante, con que esos recursos afectos los vaya recogiendo el diputado europeo, nacional o autonómico, que nos representen a estos menesteres, para así destinarlos a aquel fin tan solidario con nosotros mismos.
646 votos a favor, 6 en contra y 6 abstenciones depositados en Estrasburgo, Francia, el 23 enero de 2011.
