Aupa Lumbreiras llega a Villena para quedarse
Hasta la bandera. Con el papel agotado y el cartel de No hay entradas colgado desde el comienzo de la tarde. En un recinto que ha demostrado salvo por el escaso número de aseos su capacidad para albergar grandes eventos y a miles de personas, Villena acogió durante todo el sábado la fiesta de presentación del festival de rock Aupa Lumbreiras, que previsiblemente se celebrará en nuestra ciudad en julio.
Aupa Lumbreiras ha dado en el clavo en Villena. Casi 6.000 espectadores, venidos de todos los lugares de España, llenaron hasta arriba La Plaza y plantaron cara el frío en una jornada que para muchos comenzó el viernes por la noche pues hemos visto a gente acampando en nuestra ciudad y concluyó el sábado de madrugada, cuando finalizó la actuación de Narco. Finalmente, unas 600 personas se quedaron sin poder entrar al estar cubierto al 100% el aforo disponible.
La fiesta de presentación de Aupa Lumbreiras fue todo un éxito. El lleno en La Plaza, las sensaciones del público, la recepción por parte de la inmensa mayoría de ciudadanos especialmente los negocios del entorno del recinto y la implicación de las autoridades locales, que han puesto todo de su parte para que el evento saliera de la mejor manera posible, lo corroboran. El frío intentó convertirse en protagonista involuntario de la jornada estar en la calle, especialmente por la noche, era una auténtica tortura, pero la cubierta de La Plaza permitió que el evento se desarrollara a la perfección.
Desde primera hora de la mañana comenzaba un incesante goteo de coches y autobuses que llegaban a Villena llenos de gente dispuesta a disfrutar de la música más radical y comprometida del país, goteo que aumentó conforme avanzaba la tarde. Las inmediaciones de La Plaza comenzaban a llenarse de corrillos de gente comiendo bocadillos y haciendo botellón antes de entrar al recinto, donde no obstante el precio de comida y bebida no era muy elevado, aunque se echó en falta más personal para atender más rápido a tanto público.
Fueron los locales Fuckop Family quienes abrieron el festival, regalándonos la descarga de energía a la que nos tienen acostumbrados en una Plaza a medio llenar, pero que ya no dejó de ir recibiendo público a lo largo de la jornada. Seguidamente Envidia Kotxina hicieron sonar clásicos como Estado Policial, dejando paso después a los sevillanos Gérmenes, que sustituían a Manolo Kabezabolo en el cártel. Después llegaba uno de los momentos más esperados por el público villenense: la actuación de Banda Jachís, que puso al público en pie con clásicos suyos y de Maniática como Eres libre o Lo que nos queda. La Banda de Javi Chispes realizó una gran actuación en casa, en la que no faltó la pintada en directo de un mural por parte de Miche y Paco Lacasa.
Cumpliéndose a la perfección los horarios previstos por la organización, a media tarde subía al escenario Segismundo Toxicomano, que presentaba su último trabajo, Ke no cunda el pánico, disco que la organización regaló a las 100 primeras personas que entraron al festival. Después, y ante una Plaza cada vez más llena, actuaron Lendakaris Muertos, que no decepcionaron a sus seguidores, con un potente directo y una entrega total en cada uno de sus temas, tanto clásicos Policía sí como nuevos, ya que presentaron nuevas canciones como Cómeme la franja de Gaza.
Ya de noche y bajo cero en el exterior, El Último Ke Zierre reaparecía en España tras una gira americana, interpretando nuevos temas así como clásicos como Soldadito Español, que calentaron el ambiente antes de uno de los platos fuertes de la jornada, la actuación de Soziedad Alkohólika, que realizó su característica descarga de fuerza ante una Plaza ya llena hasta arriba. Posiblemente fuera la actuación peor sonorizada de la noche, pero ello no fue problema alguno para que miles de personas corearan los temas de su último trabajo, Cadenas de odio. Tras ellos, los veteranos Boikot repasaron los temas más representativos de su ya dilatada trayectoria, que fueron coreados por un público ya entregado, que puso la guinda a la jornada con la actuación de los andaluces Narco, que pusieron fin al festival.
Un éxito casi total
Aupa Lumbreiras ponía fin a su fiesta de presentación tras más de 12 horas de conciertos que vencieron al intenso frío. Muchos de los asistentes comenzaron el retorno a sus ciudades de origen, mientras que otros aún buscaron los locales de ocio nocturno de Villena para rematar la faena, al tiempo que comenzaban las labores de limpieza y desmontaje, que concluirán este lunes.
Tanto la organización como las autoridades villenenses coinciden en señalar que el festival ha sido un éxito casi total. En términos generales todo ha salido a la perfección y no hay que lamentar ningún incidente de gravedad. Más allá de algunos pequeños detalles, el balance es altamente positivo, pues entre el público asistente y la organización queda el regusto de la buena música, un extraordinario ambiente y una gran acogida por parte de la inmensa mayoría de los villenenses. Aupa Lumbreiras, sin duda, ha llegado a Villena para quedarse.