Aviana celebra su Día sin coche en el cauce del Vinalopó
Como ya es tradicional, una vez al año Aviana realiza una ruta por los alrededores de Villena donde no es necesario la utilización del coche, ya que se parte caminando desde nuestro habitual punto de partida de los Salesianos. Dicho día se le denomina el día sin coche.
En esta ocasión, el objetivo de la ruta básicamente era conocer un tramo del cauce del rio Vinalopó a su paso por Villena.
A las 8 de la mañana nos concentramos en nuestro habitual punto de encuentro, el parque de los Salesianos, y desde allí salimos 35 socios y amigos de Aviana para iniciar la ruta del día sin coche. Cruzamos el pueblo y pasando por el Bulevar compositor Carrascosa continuamos hasta conectar con el cauce nuevo del rio Vinalopó a la altura del paraje de Bulilla.
Una vez en el cauce nuevo, nos dirigimos en dirección NE, pasando por los túneles debajo de la autovía, y de la carretera de Peñarrubia hasta conectar con el cauce antiguo, pudiendo observar los efectos de la reciente riada que constatan la cantidad de vertidos de todo tipo que se realizan en los cauces de ríos y barrancos. Una vez en el cauce antiguo, siempre por el interior del mismo, llegamos después de pasar los dos puentes de la carretera Villena-Biar, hasta el Puente de Hierro (antigua vía del Chicharra), para posteriormente hacer una parada para tomar el almuerzo. Después, continuamos por el cauce hasta la confluencia de éste con la carretera de La Cañada-Biar. En este tramo, del cauce antiguo, mucho más natural y agreste, aún quedaban algunas pozas con agua, testigo de las últimas lluvias, y debido a ellas, hubimos de realizar el último tramo por fuera de su cauce.
Por último, desde la confluencia de la carretera La Cañada-Biar, por un camino asfaltado, nos dirigimos hasta el collado de la Calera, desde donde después de pasar a la cara norte de la sierra de la Villa, volvimos a nuestro punto de partida.
El día ha sido bueno, no, muy bueno. El clima perfecto para caminar, y la jornada no ha estado exenta del punto de aventura con lo que nos ha sorprendido nuestro querido y maltratado Vinalopó y después de un paseo de 20 km. todos hemos quedado satisfechos.
Mateo Hernández Mollá
Mavi Pardo Luna