Aviana en Las Casas del Señor (Monóvar)

Nuestra ruta del domingo nos llevó a desplazarnos a 69 socios de Aviana a la comarca del Medio Vinalopó, concretamente a Casas del Señor, una pedanía perteneciente al término municipal de Monóvar.

A las 7 de la mañana cogimos el autobús para dirigirnos a Casas del Señor, donde realizamos una ruta circular de dificultad media por la sierra del Coto. Empezamos la ruta saliendo del pueblo por el acueducto que salva la rambla formado por 6 arcos, para continuar por la senda del Caminal, que en un continuado ascenso y desnivel medio nos lleva, pasando por el Plano del Corralet, hasta el Alto Redondo donde se sitúa la torre de vigilancia contra incendios. Disfrutamos de las hermosas vistas que nos ofrece la sierra del Coto y realizamos fotos. A continuación, bajamos hasta el Pino de la Farola donde hicimos un alto para almorzar y reponer fuerzas a resguardo del viento que ocasionalmente soplaba fresquito.

Continuamos por un bosque de pino carrasco (pinus halepensis) y una densa vegetación de soto bosque de coscojas, enebros y romeros entre otras. Nos encontramos con antiguas canteras de mármol que configuran junto con la vegetación un singular paisaje. Por último, llegamos a la Cantera de Almorquí que actualmente no está en activo y se ha convertido en un lugar para iniciarse en la practica de la escalada con la instalación de un rocódromo.

Posteriormente visitamos la fuente de la Canaletja que tenía un respetable caudal. Después pasamos por la cantera cueva de la arena (antigua explotación de tierras para fregar). Por último, bajando por el Chirivell llegamos a Casas del Señor, nuestro punto de partida, donde en los almendros empiezan a brotar sus primeras flores.

En esta ruta de aproximadamente 15 km hemos podido disfrutar de las impresionantes vistas que nos ofrece la sierra de Monte Coto, hemos aprovechado de la tranquilidad de sus sendas para reponer energía para toda la semana y en definitiva hemos recorrido un nuevo sendero de paisaje muy variado y que ha sido una gran sorpresa para la mayoría de los socios que no conocíamos esta zona.

Por: Mavi Pardo Luna y Mateo Hernández Mollá