Aviana en Pocico Valentín y el río Magro
Este paraje del cañón del rio Magro es muy agreste y de una gran belleza
El 1 de mayo 2022 coincidiendo con el día de la madre y otros muchos eventos deportivos y culturales en Villena, un grupo de 16 socios de AVIANA fuimos a realizar una ruta por las sierras de la plana de Requena y Utiel, concretamente a lo largo del cañón del rio Magro que discurre entre las sierras de Maltes y las Cabrillas, que nos prepararon nuestros compañeros Pepe Pardo y Benito Richard.
A las siete de la mañana, nos reunimos en nuestro punto habitual de encuentro para desplazarnos, en coches particulares, hacia el punto de inicio de la ruta en el Pocico Valentín entre los pueblos de La Portera y Yátova, donde llegamos hacia las 8:45h.
Aparcados los coches, iniciamos la marcha por una senda, que en suave y breve subida nos llevó hasta las casas de Tabarla, donde nos sorprendieron los vivos colores de las flores de los lirios (Lirius germánica) y las lilas (Syringa s.p). Desde aquí, seguimos en un largo descenso hasta el cauce del rio Magro junto al área recreativa de Tabarla (antiguo campamento de la OJE), que el rio Magro abraza en forma de herradura creando un entorno de singular belleza. En este hermoso paraje, hicimos una breve parada para contemplar el entorno y almorzar.
A partir de aquí, seguimos la senda que discurre junto al rio Magro durante 8 km., a la vez que éste se encajona cada vez más, creando curiosas formaciones rocosas en sus laderas. La senda discurre junto al rio, rodeado de un intenso bosque de ribera, siendo necesario cruzarlo en varias ocasiones y en alguna de ellas, debido a la desaparición de los puentes provocada por las fuertes lluvias, fue necesario cambiar las botas de montaña por los escarpines para su vadeo. En el barranco del gallo, para salvar el encajonamiento del rio la senda asciende sobre la ladera para volver a descender más adelante, en cuyo punto realizamos la parada para descansar y comer. El aumento de temperatura hizo que fuera un placer refrescarse en el rio antes de continuar la marcha.
Después de la comida, aún seguimos unos kilómetros junto al rio hasta coger una senda a la izquierda que en un ascenso continuado de unos 3 km. con breves descansillos nos llevo al collado del Pulpitillo desde donde se observa las sierras del contorno (sierra Martes, sierra Malacara y sierra Cabrillas). Este ascenso debido al calor resultó un poco fatigoso y fue necesario realizar breves paradas. Por último, la senda se convierte en una ancha pista que después de 5 km. nos devolvió a nuestro punto de partida en el Pocico Valentín.
Todo el recorrido está tapizado de un abundante y tupido arbolado, principalmente de pino Carrasco (Pinus halepensis), algunas encinas (Quercus rotundifolia) y fresnos de flor (Fraxinus Ornus), cuyo verde claro se destaca sobre el verde de los pinos, sobre todo en su vertiente norte donde es muy abundante. La parte arbustiva, sobre todo cerca del río, también es muy densa, destacando los lentiscos (Pistacia lentiscus) de gran porte, coscojas (Quercus coccifera), sabinas (Juniperus phoenicea) y enebro rojo (Juniperus oxycedrus) .Destacar las flores blancas del jaguarzo morisco (Cistus salvifolius), muy abundante, que en esta época se encuentra en plena floración, así como los tomillos (Thymus vulgaris) , tapizando el suelo con su color y aroma.
Este paraje del cañón del rio Magro es muy agreste y de una gran belleza. La senda que lo recorre, sin reseñable dificultad técnica, permite hacerse una idea de la grandiosidad de la zona. Se echa en falta, una mejor calidad de las aguas del rio Magro que desgraciadamente no discurre los limpias que debieran.
La jornada del 1 de mayo fue montañera, muy divertida por la interacción con el rio, disfrutamos de la naturaleza y de un gran compañerismo entre los socios de Aviana que participamos en ella. Fue un placer disfrutar de esos paisajes tan bonitos gracias a la preparación de la ruta realizada por Pepe y Benito. Es una marcha para repetirla en cualquier momento y disfrutarla de nuevo.
Por: Mavi Pardo Luna y Mateo Hernández Mollá