Vale para la intención original la sorpresa, sorpresa alegre matizo puesto que las hay para todos los gustos, que supone la doble candidatura de Roberto López a dos premios nacionales en distintas disciplinas. Y ocurre que al hablar de Roberto, el círculo cercano ya lo supone, no se puede hablar del compositor, como tampoco del diseñador, músico o pintor, sino que se debe hablar del artista. Y resulta al referirse al artista que es mejor alejarse de epítetos complementarios como pluridisciplinar, humanista o renacentista, sino que es más acertado concentrar y relajar la definición en el término artista, sin mediar en las materias que se abarcan.
En el caso del artista de que hablamos también nos encontramos con la evolución de unos trabajos absolutamente impregnados por la concepción estética de su creador y, claro está, por la propia personalidad, características ambas que tanto se echan de menos hoy día en el trabajo creativo: el talento visionario sin concesiones. No me extenderé más en la noticia ya que en la presente edición pueden informarse de ello, pero me daré la satisfacción de mostrar mi reconocimiento a sus trabajos ahora que puedo hacerlo. Agrada ver cómo despegan y se mantienen en el aire las apuestas reales. Ahora queda ver o escuchar los trabajos del Artista que todavía tenemos pendientes aquí en Villena, una ciudad como otra cualquiera donde es difícil que tenga apoyo y relevancia cualquier propuesta que no huela a vieja y/o a consagrada (salvando todo aquello que tenga que ver con las Fiestas M&C y sus continuos cambios y renovaciones, claro está).
El siguiente aviso a navegantes trata del estreno del largometraje Oviedo Express, obra de Gonzalo Suárez que abrió el Festival de la Seminci de Valladolid. Lanzamiento que no sólo debe suponer para las queridas personas que leen este semanal una propuesta más que incluir en sus agendas porque cuenta con un aliciente añadido para nuestra Villena. Entre un reparto que cuenta con figuras de primera línea como Aitana Sánchez Gijón, Carmelo Gómez, Maribel Verdú y Najwa Nimri, y otras de segunda como Jorge Sanz, se encuentra nuestro querido Rulo Pardo. Por el momento no tenemos mucha información sobre la respuesta de público y crítica al trabajo de Suárez, pero sí tenemos noticias de la finalización del último rodaje en que ha participado el actor villenero en Portugal. Y es que aunque Rulo no abandona el continuado trabajo escénico que lleva a cabo con Sexpeare y que traerá en breve a nuestro Teatro Chapí el espectáculo Solomillo, su participación en productos cinematográficos de larga duración es cada vez más frecuente (Gente Pez, El síndrome de Svensson, Todo menos la chica, Oviedo Express
). No queda otra para finalizar que desear un próspero y feliz futuro a dos personas que no sólo creen, sino que demuestran que sus ideas y su trabajo aportan algo nuevo al saturado y redundante panorama cultural.
