Abandonad toda esperanza, salmo 569º
El pasado sábado se celebró en el centro cultural Las Cigarreras de Alicante Retroalacant, unas jornadas dedicadas al mundo del videojuego. Quizá se pregunten ustedes por qué no les avisé con tiempo, y la razón no es otra que la de que me enteré demasiado tarde: concretamente un día antes, con la columna de turno ya escrita y entregada. Sin duda, algo falla cuando en los tiempos que corren uno no se entera de las cosas que se hacen en su ciudad a pesar de la facilidad de promoción que permiten las nuevas tecnologías, especialmente las redes sociales. Y sí, yo me enteré vía Facebook, pero ya les digo: demasiado tarde. Aunque quizá ahí está la gracia (por lo de retro, digo).
Una pena. Porque de haberlo sabido con más tiempo, y a pesar de que los videojuegos no son lo mío, me habría organizado la jornada de alguna manera y habría acudido aunque solo fuera por ver al invitado de honor de esta edición: Alfonso Azpiri. Aunque para algunos este artista madrileño es principalmente un autor de cómics, en la década de los ochenta llegó a ilustrar hasta doscientas carátulas de videojuegos y programas desarrollados por compañías nacionales como Dinamic Software, Topo Soft y Opera Soft. A decir de los expertos -como el profesor Ramón Sánchez Verdú, que impartió precisamente una charla sobre el tema en el pasado Unicómic-, muchas de las portadas para Spectrum, MSX, Amiga o Amstrad que Azpiri dibujó eran verdaderas obras de arte cuyas promesas el juego en cuestión no satisfacía luego ni de lejos. Cuestión de marketing, claro, y de la capacidad del ilustrador para plasmar lo que el futuro lector (o jugador) desea ver.
Como les digo, yo de videojuegos sé más bien poco, pero de haberlo sabido antes me habría acercado hasta allí con algunos libros de Azpiri bajo el brazo para traérmelos dedicados (y, a poder ser, con algún dibujito si se tercia la ocasión). Pienso especialmente en Lorna, quizá su personaje más popular (con permiso de Mot): creada en 1981 por el escritor de ciencia ficción Carlos S. Cidoncha y el propio Azpiri, sus primeras aventuras se articulaban en entregas de cuatro páginas al estilo de las que publicaban revistas como Playboy o Penthouse. Estamos por tanto ante una mezcla de CF y erotismo que entronca, aunque de manera un tanto tardía, con la corriente de heroínas de ciencia ficción ligeras de ropa (y de cascos) de la historieta francesa que inauguró en 1962 Jean-Claude Forest con Barbarella y a la que siguieron después Jodelle de Pierre Bartier y Guy Peellaert; Pravda la survireuse de Pascal Thomas y el mismo Peellaert; Hypocrite del propio Forest; o la también postrera, y contemporánea de Lorna, La superviviente de Paul Gillon. Es de justicia señalar que tras el abandono del guionista, el personaje de esta científica espacial de curvas imposibles y apetito sexual desbocado quedó totalmente en manos de Azpiri, quien acabó convirtiéndola en todo un icono de la historieta erótica española. Un icono cuyas aventuras, por si es de su interés, pueden leer en dos tomos integrales: uno de Planeta editado en 2009 y que incluye sus primeras historias, y otro publicado en 2015 por parte de Spaceman Books, editorial que tuvo el detalle de mantener el diseño de la entrega anterior. Los coleccionistas pueden respirar tranquilos.
Como les decía, de haberme podido acercar a Retroalacant me habría llevado los dos volúmenes de Lorna, pero también el libro Azpiri y el cine, indispensable para los amantes del séptimo arte: en él se incluyen las ilustraciones del autor realizadas para carteles de estrenos y festivales, cubiertas de libros sobre cine o portadas de DVD, así como estudios y homenajes varios a iconos del celuloide como King Kong, Jekyll y Hyde, el Fantasma de la Ópera o mitos del cine expresionista como Caligari, el Golem, Nosferatu o la María de Metrópolis. Pero particularmente interesante resulta el apartado dedicado a aquellos proyectos que contaron con Azpiri en su mismo proceso de producción, como la cinta de animación El rey de la granja o los filmes de terror Rojo Sangre, Wolfhunters y Extinction (de los que se incluyen hasta storyboards). En resumidas cuentas: una gozada para la vista. Como Lorna. Incluso si no están dedicados por su autor.
Retroalacant 2017 se celebró el 17 de junio de 2017 en Alicante; Lorna y Azpiri y el cine están editados por Planeta DeAgostini Comics / Spaceman Books y Dibbuks respectivamente.
