Fiestas

Bando informativo Marroquí: Construcción del 7º Castillo Carroza Marroquí

Todas las instituciones tienen sus símbolos y así los tenemos los Marruecos. En la comparsa hacemos bandera de varios muy definidos pero si hay uno que brilla con luz propia es nuestro castillo carroza. Las carrozas son un aditamento más al enriquecimiento progresivo que las Fiestas han ido “sufriendo” a lo largo de los siglos. Ya en los años 20 varias comparsas (Moros Nuevos, Marineros, Marruecos, etc.) hacían gala de carrozas en sus filas y es muy posible que incluso en la década anterior e incluso antes, las mismas formaran en las diferentes comparsas.
Lo primero que habría que decir es que pese a que hablamos “del castillo” en singular, el nuevo es el 7º que los Marruecos hemos puesto en la calle. El 1º fue obra de José Marco García “el tío Hortelano” y salió a la calle el 5 de septiembre de 1927. “El Hortelano” amuralló un carro con cartón, cajas de sardinas “de cuba” y pintura, y sus guardianes fueron Roque Estevan “Rojico Caracoles”, José Estevan “Caracoles”, Francisco Marco Estevan “Paquico el Hortelano”, algunos críos más y él mismo. Este castillo alargó su vida hasta 1935 y emplazaba una pieza artillera para lanzar caramelos y confetis.

El 2º castillo se construyó en madera sobre un carro de Jerónimo Lázaro a finales de los 40 y sobre el mismo figuraron durante muchos años los siempre recordados Juan Hernández “Juan Conejo”, Andrés Estevan “Caracoles”, Joaquín Marco “Chimo el ruso”, Francisco Marco “el Hortelano”, Jerónimo Lázaro “el Cano” y otros muchos.

A este 2º castillo le siguieron un 3º y un 4º con pequeñas variaciones que afectarían, principalmente, a las almenas (de circulares a cuadradas) y al ligero aumento de tamaño; y de transportarlo en un carro se pasó a las andas de un paso de Semana Santa, un remolque de Toni “el Hortelano” y una plataforma de la comparsa.

El 5º castillo y último que fue de madera, tuvo su puesta de largo el 5 de septiembre de 1978. De unas proporciones soberbias y un diseño refinado, mantuvo siempre visible nuestro viejo símbolo marroquí. Y recordemos que del 2º al 5º fueron obra de Luis Díaz “El Sultán”.

En 1990 la comparsa estrenó su 6º castillo en el cómputo general y 1º que fue de hierro. La obra fue fruto de Fernando Estevan “Calañés”, su oficial Feliciano Gandía y con posterioridad la inestimable colaboración en la parte mecánica de Guillermo Triguero. Este castillo nació para ser arrastrado por un tractor pero con José Estevan Albero “Pepe Caracoles” en la presidencia, se le incorporó un motor convirtiéndose en nuestro primer castillo autopropulsado.

Nuevo símbolo Marroquí
Si bien la historia siempre es reconfortante y más si es propia, hoy la queremos completar presentando un nuevo símbolo marroquí que no sustituye ni jubila a nuestro 6º castillo; muy al contrario lo complementa y refuerza porque son hermanos de sangre. Nos referimos a nuestro 7º castillo, 2º que es de hierro.

A iniciativa de nuestra Presidenta y con el respaldo de la directiva y general, se ha construido este castillo para gala de la comparsa y disfrute de sus socios. En su construcción han tomado parte los siguientes señores: Miguel Estevan Santos: montaje y construcción metálica “Carrocerías Tauro”. Vicente Hernández Hernández: mecánica, electricidad y pintura. Es el padre de nuestra presidenta y todo su trabajo lo ha realizado de forma altruista para la comparsa. “Carpintería Carrasco”: todo el material empleado y las horas de trabajo han sido donadas a la comparsa. Alejandro Juan Estevan “Erco” (ercodesign@hotmail.com): decoración artística.

Estamos ante nuestra reafirmación como Marruecos que conocemos y potenciamos nuestras tradiciones. Y entre ellas, a modo de enseña y divisa, nuestro inmemorial castillo.

JOSÉ VICENTE ARNEDO LÁZARO
El Cronista y Museo “Bando Marroquí”

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