Dios nos libre de poner en tela de juicio el juicio que emite un tribunal, pero lo que no se entiende, no se entiende. Y no entendemos las alegrías de quienes querían a un Paco Camps inmaculado los que le quieren le dicen siempre Paco, ni el disgusto de quienes querían condenado y sin honor al que fuera Molt Honorable. No entendemos, ni alegrías ni frustración, porque leída el acta de votación del jurado del conocido como juicio de los trajes, no comprendemos lo que dice.
Desconozco si la Justicia puede dar por válido o no aquello que se le comunica en un lenguaje incógnito. En el caso que nos ocupa, el jurado popular ha redactado un acta difícil de comprender. Si los responsables pretendían decir en castellano, lo han destruido haciéndolo incompresible. De entrada escriben que el jurado "a deliberado"; luego, que "los supuestos regalos no han quedado demostrados que se les hallan pagado"; ejemplos a los que se suman otros que derivan en palabras nuevas como "tubiera", "faborable" y otras más; y por casi todo el texto, ausencia de acentos, un erial: "fiscalia" por "fiscalía", "tenian" por "tenían", "recibio" por "recibió", "basandonos" por "basándonos", "ningun" por "ningún", "segun" por "según", "tambien" por "también", "conclusion" por "conclusión", "Jordan" por "Jordán", "Tomas" por "Tomás"... Esto además de errores gramaticales en la estructura de las frases y otros yerros que estorban la comprensión del texto.
Si lo del acta son faltas y no una neolengua, no nos rasguemos las vestiduras. "A la mejor cocinera se le va el tomate entero". "Al mejor escribano se le escapa un borrón". "Al mejor cazador, una liebre". "A la mejor puta, un pedo"... No nos rasguemos las vestiduras porque "el que esté libre de pecado..." Cuando el curso 2009-2010, la Conselleria d'Educació de la Generalitat Valenciana y las cinco universidades públicas de la Comunidad Valenciana (Universidad Politécnica de Valencia, Universidad de Valencia, Universidad de Alicante, Universidad Miguel Hernández y Universidad Jaime I), editaron un folleto titulado "LA NUEVA PRUEVA DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD" aquí prueba con uve seguramente por la influencia del término valenciano "prova". En una posterior edición lo corrigieron.
Frecuentemente los profesores nos encontramos con faltas de ortografía, deficiencias gramaticales y errores que inconscientemente pretenden nuevos significados para las palabras. Los frutos de esta realidad preocupante, tratados con inteligencia, le sirvieron al profesor Luis Calero Morcuende, profesor de Filosofía en el IES Tháder de Orihuela, de materia prima para su precioso "Ficcionario. Un divertimento lingüístico de proporciones ontológicas" (Agua Clara, 2006). Aquí, ya lo dijimos, Calero recicla las palabras inválidas, dándoles significado. En el ámbito educativo muchas confusiones resultan simpáticas. Algún alumno mío ha escrito "gaznate" cuando quería decir "magnate", "acorazonado Maine" cuando en el contexto de la guerra en Cuba contra los Estados Unidos y el desastre del 98 quería decir "acorazado", "Gremlin" por "Kremlin", "Sabino Araña" por Sabino Arana y muchas más. Confusiones en la escuela y en cualquier lugar. Mismamente este domingo pasado, en el cross autonómico celebrado en Torrelamata/Torrevieja, al animador de la carrera se le escapó varias veces campeón "automático" por "autonómico". Lo dicho, "el que esté libre de falta...".
Pepe Cabanes, en el disco "Entre amigos" que presentaremos este sábado en la Casa de la Cultura de Villena, nos trae la canción "Corrigiendo el castellano", basada en el poema de Pablo Parellada titulado "El idioma castellano", donde se juega de manera simpática con las palabras mudándole acentos (buque/buqué, presidio/presidió, colas/Colás, tomas/Tomás, paleto/paletó...), cambiando letras o sugiriendo nuevos significantes y significados: marido/marida, contigo/contiga, hombre/hombra, podenco para el que poda y ladrón... Ladrón para el perro ladrador.
