Burros y perros
Un burro trabajaba duramente, de sol a sol, para sacar el agua de la noria. Nadie se lo agradecía, pues era su obligación, y recibía palos si se paraba a descansar. En la misma finca había un perro que holgazaneaba todo el día a la sombra de un árbol, sin que por ello le faltase la comida. Un día el burro, al volver a la cuadra fatigado, observo cómo el perro recibía a su dueño dando saltos a su alrededor, y la reacción del hombre premiándolo con caricias y cumplidos. El burro, olvidando lo que era, quiso hacer lo mismo y se puso a saltar alrededor del amo. Pero en lugar de caricias y cumplidos recibió una brutal paliza que le sirvió para recordar que los burros y los perros no son iguales.
Puede parecer que lo que ahora cuente no tenga nada que ver con la anterior historia, pero rogaría que la leyesen hasta el final. El pasado fin de semana fueron las fiestas de mi barrio, El Rabal. A fin de colaborar con la recuperación de nuestro casco histórico, fui el viernes por la noche con otros miembros de la Asociación de Vecinos a repartir octavillas por todo el recorrido que el correfuegos realizaría el sábado. Lo típico: que no aparcasen en el recorrido, que cerraran puertas y ventanas y que llevasen gorra y ropa vaquera. Todo perfecto hasta que, al regresar a casa, descubrí que la grúa de la policía municipal se había llevado mi coche a las 00:35 h. Lo reconozco, estaba en la Plaza de Biar y había un cartel advirtiendo que no se podía aparcar a partir de las 00:00 h. porque el sábado se iba a encender la hoguera a las 19:30 h.
Intenté reclamar verbalmente, pero me dejaron claro que las normas son las normas, que están para cumplirlas y que es su obligación hacerlo. 80,44 de arrastre más 45,08 que ya me llegarán con la multa.
No puedo decir que me pusiera muy contento, pero pensándolo fríamente, creo que éste podría ser el primer paso para recuperar completamente el casco histórico de Villena, y mejorar la vida en toda la localidad. Es simple pero efectivo, sencillamente hay que hacer cumplir a rajatabla, sin titubeos ni excepciones, a TODOS los vecinos y visitantes las leyes y normativas vigentes (limpieza, ruidos, normativa de construcción, absentismo escolar ). Si 19 horas antes de un acto se lleva el coche la grúa, cómo van a dejarte aparcar en la Plaza de Santa María que está prohibido todo el año, o en cualquier punto de la Calle Mayor. Por no hablar de otras cosas más graves que pasan en las inmediaciones del Castillo. Las personas hacemos lo que nos dejan hacer, por tanto, que no nos dejen hacer lo que no se puede, pero que no nos dejen a nadie.
¡Es tan fácil, tan obvio! Basta con hacernos cumplir las leyes. A ningún ciudadano le regalan su sueldo. Nos exigen cada día cumplir con nuestras obligaciones para cobrar a fin de mes. ¿No tenemos el mismo derecho a exigir a políticos y funcionarios que cumplan con sus obligaciones para cobrar el sueldo que LES pagamos?
Doy por muy bien empleados mis 125,52 de sanción si a partir de este momento se le da el mismo trato a cualquier otra persona. Porque, según la Constitución, todos somos iguales ¿no? Sin embargo, hubo ya el mismo sábado algo que me hizo dudar de que esto sea cierto. Me explico: según las señales del recorrido del correfuegos, no se podía aparcar desde las 14:00 h. del sábado. Curiosamente, en la parte alta de la calle La Rambla, había, a las 19:30 h. cuando se realizó el pasacalles, cinco coches aparcados con todos sus dueños en las inmediaciones. Cuando el correfuegos pasó por allí a las 22:30 h. la Policía seguía sin haber retirado esos coches ¿por qué a algunos vecinos de la parte alta del Rabal no?
Por lo que se ve, al igual que en la historia que contaba al comenzar, en esta ciudad a unos nos tratan como a burros y a otros como a perros. Mientras que algunos tenemos que dar vueltas a la noria sin descanso, a otros se les permite todo, no sé si por ser perros o por miedo a que les muerdan. Tan grave me parece un motivo como el otro. O sobra miedo o falta vergüenza.
Pero ni Villena es una finca, ni los políticos y funcionarios son los amos, ni los ciudadanos somos animales. Que caiga el peso de la ley PARA TODOS, y que se pongan los medios necesarios para que se cumpla. Prefiero pagar más impuestos y vivir en paz e igualdad, a que me sigan tratando como a un burro.
Fdo. José Cabanes