Cada vez son más los jóvenes de Villena afectados por la adicción a las nuevas tecnologías
El concejal de Bienestar Social, Jesús Hernández, la directora de la Unidad de Prevención de Conductas Adictivas (UPCCA), Laura Fuentes, y la psicóloga Laura Mateo han dado a conocer los resultados de un estudio sobre el uso y el abuso de internet y las redes sociales entre los jóvenes de Villena.
El estudio se ha llevado a cabo entre los 318 estudiantes de 2º de ESO (13 y 14 años) de todos los colegios de Villena que han asistido a los talleres impartidos por Laura Mateo durante el curso 2017-2018, y arroja unos datos que confirman que el uso de nuevas tecnologías en Villena es similar a la media nacional. Así, y entre muchos más datos, confirma que el 98% de los chavales de esa edad tienen móvil propio, bajando a los 10 u 11 años el momento de tener el primer terminal. El 91% de ellos también tiene ordenador en casa y el 90% contrato de datos asociado al móvil.
Un 46% de los encuestados admiten pasar de 2 a 4 horas diarias conectados a internet, lo que supera el tiempo recomendado, y un 33% perciben que tienen un nivel de enganche muy alto, puntuándolo con 8, 9 o 10 puntos sobre 10. En cuanto a las aplicaciones usadas, ganan por goleada las de mensajería, como Whatsapp, seguidas por el resto de redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat o Youtube, así como nuevas plataformas como Musica.ly.
Un problema en crecimiento
Laura Fuentes apuntaba que hasta hace 5 años solo atendíamos familias que venían con problemas de consumo de sustancias, pero cada vez son más los casos que recibimos relacionados con la adicción a las nuevas tecnologías y nos tenemos que reciclar para ofrecer soluciones a las familias. En este sentido, recordaba que en los talleres anuales organizados por el ayuntamiento, tanto para padres de adolescentes como de niños de 3º y 4º de Primaria, hay sesiones específicas para abordar el mal uso de la tecnología y dar a los padres herramientas para abordar esos problemas.
Así, la directora de la UPCCA abogaba por el sentido común, pidiendo que la entrega de su primer móvil a los niños sea cuanto más tarde mejor, aunque la realidad apunta a que se ha convertido en el regalo estrella para las comuniones. En este sentido, explicaba que es mejor que el niño haya demostrado que ya tiene un fuerte autocontrol, siendo capaz de levantarse solo con el despertador o regulándose las horas que pasa delante de la tele o el ordenador. También pedía evitar la presencia del móvil cuando se estudia o se hacen deberes, negociar las horas de uso diarias o hacer al menor responsable del pago de la cuota mensual del teléfono.
Por supuesto, la supervisión de los adultos es fundamental, pues más allá de la adicción a internet, existen infinidad de riesgos derivados del mal uso de la red, como el cyberbulling o acoso escolar; el sexting, o envío de imágenes de contenido erótico, con el mal uso que alguien puede hacer después; el acoso o el grooming, engaño de personas adultas que se hacen pasar por niños o adolescentes para entablar relación, etc.