Carnet de Festero por puntos: Vamos a desfilar mejor (II)
La semana pasada dábamos a conocer en esta misma sección la aparición del denominado carnet de festero por puntos: una novedosa fórmula para tratar de combatir y atajar la euforia colectiva, el caos generalizado, el despendole plural, el libertinaje endémico, la embriaguez exacerbada, el paganismo supurante y la lascivia común que se apoderan de nuestras calles del 4 al 9 de septiembre, convirtiendo a la ciudad, según palabras textuales del vicepresidente de la Asociación Comarcal de Monaguillos Metrosexuales, en una especie de sartén donde los hombres y las mujeres conviven, desfilan y se divierten como si fueran patatas a la mondongona.
Esta semana, expondremos las infracciones más graves, es decir, aquellas en las que ningún festero debería incurrir, y que pueden suponer la pérdida de 4 ó 6 puntos, e incluso la retirada y pérdida definitiva del carnet.
4 puntos:
-No respetar las señales de los cabos. Hay que recordar que los cabos son los principales agentes de regulación del tráfico de festeros, y es un deber obligatorio acatar sus órdenes. No obstante, ya existen algunas propuestas que pretenden que los cabos sean sustituidos por semáforos. De este modo, los bloques y las escuadras se detendrán cuando el semáforo esté en rojo y proseguirían su marcha una vez que el disco se haya puesto de color verde alábega. Los partidarios de tan deshumanizante teoría, piensan que gracias a ello se conseguirá que el discurrir de los desfiles sea mucho más fluido, ya que hay un gran número de cabos que, poseídos por un insaciable afán de protagonismo, se recrean en exceso marcando el paso, doblando escuadras y saludando a los balcones. En el caso de que la norma llegase a prosperar, la noche de los cabos pasaría a llamarse la noche de los semáforos.
-Arrojar puros encendidos sobre marañas de confetis y serpentinas que puedan provocar incendios.
-Intentar meterse con una carroza por el callejoncico El Chicho.
-Desfilar marcha atrás.
-Cambiarle la letra a los pasodobles y cantar cosas como tírate de la moto, de la moto tírate o cómo me duelen los pies
-Desfilar con la bragueta abierta o con un exceso de lamparones en el traje. El número máximo de lamparones permitido es de cinco por casaca. Para evitar esta clase de accidentes, está previsto dotar a la ciudad con una serie de tintorerías móviles, muy similares a las ambulancias del SAMU, equipadas con todo lo necesario para practicar limpiezas en seco y eliminar toda clase de manchas.
6 puntos:
-Desfilar de forma temeraria arrojando al aire espadas, hachas, picos, cucharas, ballestas, lanzas, horcas, garrotes, trabucos o espingardas.
-Poner más de dos cargas en el arcabuz y detonarlo debajo de árboles, farolas, arcos, guirnaldas o cualquier otro elemento urbano colgante. Será también motivo de penalización, el hecho de disparar el arcabuz dentro de espacios reducidos desprovistos de salida de emergencia, como puedan ser el Bar Rosita, el Kiosco de la Paloma, la Jijonenca o la librería Alfa.
-Hacerse rayas de pólvora o porros de alábega, ya que se ha demostrado que esnifar pólvora y fumar alábega pueden afectar gravemente al cerebro y a la personalidad.
-Rebasar en más del 50% los tiempos permitidos para desfilar o la minorización del 50% en los tiempos de descanso. Hay que hacer saber que cada festero deberá llevar a partir de ahora un tacógrafo instalado en el traje con una hoja de registro o disco-diagrama incorporado, al igual que sucede con los camioneros. El Tacógrafo es un aparato de control destinado a ser instalado en todos aquellos festeros que circulan por las calles de Villena para indicar y registrar los datos relativos a la distancia recorrida por el festero, la velocidad empleada, así como tiempo que se lleva desfilando y el tiempo de descanso. El tiempo máximo que una persona puede desfilar de forma ininterrumpida es de 4 horas y 30 minutos. Después de este tiempo, hay que respetar una interrupción de, al menos, 45 minutos también ininterrumpidos. No se podrá desfilar durante más de 9 horas en un mismo día.
-Negarse a ser sometido a la prueba de alcoholemia por parte de la Guardia Civil, así como a la prueba de la gota de aceite y la medición del pañuelo. Y es que, a partir de ahora, la Guardia Civil también efectuará esta clase de controles y mediciones. Aquellas personas que den positivo en la prueba del empacho o el mal de ojo no podrán seguir desfilando hasta pasadas al menos tres horas. Hay que decir que tres pelotas de relleno son suficientes para que el pañuelo dé positivo.
Aquellas personas que pierdan todos los puntos perderán el carnet de festero. Después de seis meses desde la pérdida, coincidiendo con el Ecuador, se podrá obtener uno nuevo superando un curso de sensibilización y reeducación y una prueba teórica. Seguiremos informando.