Con enorme cabreo, mucha pena e indignación recibo sus palabras a través de los medios de comunicación locales en referencia a la pelea de dos de sus colaboradores uno de ellos concejal en medio de la calle, ocurrida ayer día 21. En estos momentos que redacto esta breve carta, dos y cuarto de la tarde de hoy día 22, he de manifestarle mi repulsa hacia sus manifestaciones públicas, en las que viene a decir que no quiere saber nada de puertas para afuera y que mediar un tercero que complica, le llama usted no es su labor.
Sra. Alcaldesa le reconozco su posición como máxima autoridad local, le reconozco su persona, pero de ninguna manera le reconozco su opinión sobre los graves hechos que han sucedido como si de una pequeña riña en el patio de un colegio se tratara.
Con todos mis respetos sra. Alcaldesa no nos tome por imbéciles. No me tome a mí por imbécil, en lo que me concierne como ciudadano. Usted como Alcaldesa tiene la obligación de mediar en esta crisis, ¿cómo que no?.
No trate de enmascarar un feo asunto y de paso insultar a la población diciendo que la mutua agresión es algo entre dos personas poco menos que anónimas y que lo deben solucionar ente ellos. Repito, le reconozco su autoridad, pero no abuse de la misma para rebajar la dignidad de la ciudadanía.
Esto requiere medidas enérgicas y pronto, y si no está en situación de afrontar el grave problema que se plantea en el Ayuntamiento de Villena es muy probable que su crédito se tire por la borda. Entiendo por crédito: autoridad y prestigio. Me considero ciudadano de Villena, me abochorna ver aparecer la ciudad como la rechifla general.
Sra. Alcaldesa, en mi nombre ¡NO!.
Atentamente
Francisco Tomás Díaz
