Carta abierta a nuestro Alcalde
Sr. Esquembre: Desde aquí, por la vía directa, adulaciones aparte, nuestra cordial felicitación por la iniciativa recientemente dada a conocer, del proyecto de Centro Universitario en la Plaza de Colache, en Villena. Esperamos y confiamos, los ciudadanos que apoyamos esta decisión del Ayuntamiento, que finalmente sea una realidad este Centro Universitario en la ubicación indicada, frente a las presiones que está recibiendo el equipo de gobierno de nuestra ciudad, para conseguir que se cancele el proyecto.
Dicho esto, permítanos exponer algunas consideraciones:
En política, en alusión al pasaje de la mujer del César, no es suficiente con que las decisiones sean inteligentes y útiles para el pueblo, además hay que explicarlas y que el pueblo las entienda.
En el caso de nuestra ciudad, creemos que no se han explicado suficientemente; lo que unido a una serie de estereotipos en materia de prejuicios, pueden desembocar en un rechazo popular infundado.
Una ciudad de tan sólo 38.000 habitantes no se puede permitir el lujo de producir guetos y luego quejarse de su existencia. El camino no es arrinconar a las clases sociales más desfavorecidas; más bien, facilitar la comunicación entre la ciudadanía. Cuando se crean guetos, sin darnos cuenta, propiciamos comportamientos delictivos, con lo que entramos en un círculo vicioso de causa-efecto. Ciudades próximas, como Elche, hace años que tomaron nota de este error y supieron tomar decisiones valientes, con excelentes resultados de integración hoy en día.
Estamos convencidos de que si llega a construirse en la Plaza de Colache el referido Centro Universitario ganaremos todos, recuperaremos un punto emblemático que históricamente fue aquella zona, terminarán autoexcluyéndose los agentes conflictivos actualmente existentes allí y, necesariamente, los servicios del orden conseguirán restablecer la misma normalidad del resto de la ciudad.
El tiempo terminará poniendo las cosas en su sitio, porque ni las sensibilidades ni la oposición más oportunista deben negar la mayor, que no es otra que el objetivo de una Villena plural e integradora, no excluyente, con todo lo que supone de cohesión social y sus enormes beneficios.
En definitiva, estamos ante una ocasión irrepetible de incorporar a nuestro casco histórico el eslabón perdido, que requiere de actuaciones con altura de miras, al margen de beneficios electorales, por el bien de Villena a medio plazo.
Como ciudadanos, ¿seremos capaces de entenderlo?