Carta abierta al concejal de Juventud, Pablo Juan Martínez
Distinguido concejal de Juventud del M.I. Ayto. de Villena: Como no nos conocemos personalmente comenzaré por presentarme. Soy un joven de nuestra localidad, Villena, sin más, esa sería la descripción más breve que haría sobre mí. Añadiría quizás que soy una persona activa, con iniciativa e ilusión por hacer algo con los días que pasan por delante de mis ojos.
Al igual que todos los jóvenes he oído muchas veces de parte de muchas bocas diferentes, algunas con dientes y otras sin ellos, que hay que ser emprendedor. Comúnmente estas palabras nacen de alguien con alguna responsabilidad hacia los jóvenes, como debería serlo usted, cuando se pronuncian desde un estrado o van dirigidas a la prensa. Empieza a resultarme molesto. No son las palabras en sí por el mero hecho de consistir en un consejo de vida; es la actuación en sentido opuesto que tiene por costumbre realizar el conjunto de la sociedad. Y usted no es una excepción.
Tal vez se pregunte qué interés me mueve a escribir esta carta. No tengo ningún interés, tengo un motivo.
Hace unas semanas se me ocurrió que podría organizar algo, ya que nadie lo hace con frecuencia. Pero algo abierto, que no estuviera restringido a las personas incluidas en mis círculos más cercanos. "¡Un concierto! Sí, ¡magnífica idea! Aprovecharé que hago música y conozco a otros que también la hacen, así nosotros nos divertiremos encima del escenario mientras hacemos pasar el rato a quienes haya abajo. Pero para hacerlo extensible a quienes no tienen relación conmigo, trataré de traer un artista de nivel nacional". Así de entusiasta sonó dentro de mi cabeza cuando se me ocurrió. Y encontré al artista nacional dispuesto a venir a un precio admisible, y encontré un lugar que el Ayuntamiento cede a agrupaciones locales para actuar, y encontré un muro de hormigón en su persona.
Tras acordar una fecha conveniente (en abril) con el responsable directo del espacio, y sabiendo que en esa fecha no hay ningún evento programado en Villena, recibí una llamada de aquel. Y en su llamada me transmitió la decisión de usted: no se hace, pero podemos participar en un festival que organiza otro grupo del mismo género allá por octubre.
No es importante la escasez de oferta lúdica en nuestra población, no es importante la separación temporal entre abril y octubre, no es importante la buena o mala relación entre las agrupaciones que pretende usted congregar, no es importante que ellos hayan participado en su campaña electoral y yo no; supongo que no, que esto último tampoco es importante...
He tratado de contactar con usted personalmente para hacerle llegar mi punto de vista: trasladé mi disgusto al responsable directo del espacio, que usted emplea como salvaguarda, y le pedí que le instara a que me llame; ante el paso de los días encontré en la web del Muy Ilustre el teléfono y extensión de su despacho y llamé como una decena de veces a lo largo del horario de atención expuesto en su ficha, en distintos días, sin obtener respuesta. ¡Caray, qué ocupado está usted para las pocas actividades que se hacen y los organizadores en que delega!
Es por ello que escribo esta carta, puede que a través de ella llegue a su conocimiento mi molestia. Y mi molestia no es que no consienta a la ciudad cederme el espacio (porque no lo cede usted, lo cede la ciudad), mi molestia es que pida implicación y después la rechace o al menos la dificulte (tengo constancia de otros intentos de participación ciudadana en la oferta de ocio fallidos por los obstáculos de la Administración). Pero más aún, nuestra molestia es que las posibilidades de un sábado normal por la noche se reduzcan a elegir entre Quo o Cienfu, alcohol o marihuana, local o parque; o todo junto, y aun así estoy seguro de que en un par de semanas resulta aburrido.
No pretendo dirigir la gestión de su concejalía, bastante trabajo le he intentado hacer con la organización del concierto, solo le pido que no me falte al respeto pidiendo colaboración e implicación en las propuestas de actividades; ni a mí ni a mis conciudadanos, porque esa petición será una falta de respeto mientras no sea sincera.
Lo lamento si he hecho perder el tiempo a su distinguida personalidad leyendo esta pataleta. Intentaré hacérsela interesante: en las próximas elecciones voto.