Carta abierta al Sr. Alcalde sobre las obras de la calle Teniente Hernández Menor
Silencio, pasotismo, dejadez, falta de respeto a los ciudadanos y contribuyentes
podría seguir calificando la ineficacia y falta de respeto del actual equipo de Gobierno.
Esta carta abierta que dirijo a este medio de comunicación es para denunciar públicamente el estado de las obras a la altura de la calle Teniente Hernández Menor, junto al Ayuntamiento. El bar-cafetería que regento, junto a otros vecinos que dan fe, estamos sufriendo duramente las interminables obras de conducción y pavimentación. Se anunció en su día que el plazo de ejecución de la misma finalizaría el 30 de junio, cosa que no ocurrió, y, a fecha de esta publicación, siguen y siguen.
Pero lo más lamentable es el silencio que dan por respuesta y el pasotismo. Mandé dos escritos debidamente registrados al departamento de Alcaldía dirigido a la primera autoridad local o a la persona en funciones. Uno con fecha 30 de junio y otro con fecha 2 de agosto. En ambos, además de otros contenidos, solicitaba información sobre el estado de las obras y diálogo, a fecha de hoy no hay respuesta. Me pregunto: ¿de qué huyen? ¿Por qué no responden? Estando a escasos metros, ¿por qué no dan la cara? ¿Qué le pasa al Alcalde Sr. Esquembre? Valoro que si un ciudadano presenta un escrito por la vía legal, que menos que le den una respuesta, pero claro, con estos gobernantes municipales que siempre predicaron a los cuatro vientos talante dialogante no merece la pena preguntar, ya que es como si lo hicieras al aire.
Podría argumentar que hay más fechas del año para realizar obras. Pero ya sé que hay que cumplir las adjudicaciones de obras, pero si un Alcalde o equipo de Gobierno es eficaz y competente, se podrían hacer en otro momento que no perjudicaran. O de lo contrario, si hay demora, gestionar para que haya más personal en una obra demorada y que de este modo se cumpla el plazo establecido. Y esto lo digo porque la campaña que los hosteleros podemos sacar la cabeza, la de verano, a este establecimiento, que su terraza de verano es mínima, le expiró por la ineficacia de gestión de quien tiene la vara de mando y que tanto pregonó escuchar a la ciudadanía. Algo tiene el poder que cuando lo saborean se olvidan hasta de donde viven.
Seguiremos esperando una respuesta, claro. Ojalá, y Dios quiera, que no tenga que cerrar el negocio y vayan al paro quienes trabajan. Pero claro, me queda una esperanza, las fiestas Patronales, para el día 27 del presente, ¡quizás, a lo mejor!, podrían finalizar, ya que es el deseado pasacalles anunciador de las fiestas y seguro que estarán terminadas de la forma que sea. Penoso, ya tarde.
Pepa García Ortín
Gerente El Arrabal