Carta abierta de Ángel Giner a Antonio Pastor

Estimado señor Pastor: He escuchado estupefacto y con mucha atención sus declaraciones exculpatorias en los medios de comunicación locales, ante las cuales me veo obligado a contestar. No para defender a nadie, ni mucho menos, y sí para que la ciudad sea consciente de que usted es uno de los mayores responsables de que estemos en esta situación.

El relato de los hechos comienza cuando un grupo de autónomos y empresas locales relacionados profesionalmente con la generación fotovoltaica solicitamos reunirnos con el ayuntamiento “verde” de Patxi Esquembre, para adelantarle lo que estaba a punto de ocurrir.

Nos reunimos en tres ocasiones, y en aquellos encuentros estuvo el señor alcalde, Mari Carmen García y diferentes personas según cada una de las reuniones, como el señor Molina (qepd), Paula García y usted.

En aquellas charlas les trasladamos que tal y como se manejaban los mapas de radiación solar mundial, Villena era un lugar privilegiado para este tipo de producción junto con toda la provincia, pero que por la amplitud de nuestro termino municipal, por el costo del metro cuadrado en la costa con respecto al interior y lo escarpado de las poblaciones de la montaña alicantina, iba a provocar que todos los promotores volviesen sus ojos hacia nuestro municipio.

Se les propuso aprovechar la revisión de PGOU, para dotar a Villena de un territorio extenso pero concentrado, donde el suelo tuviera un uso de generación energética (lo que sería un polígono exclusivo para desarrollar esa actividad), de esa manera sería la población la que eligiese la ubicación de estas plantas, contando para ello con los terrenos más adecuados, evitaríamos la atomización de plantas y que las líneas aéreas de evacuación de las múltiples plantas se entrecruzaran en el aire no dejándonos ver el cielo.

Aparte de la ventaja que supondría la posibilidad de concentrar la evacuación mediante líneas subterráneas. Esas empresas locales podrían planificar una adecuación previa para que las parcelas ya se encontraran acotadas, con servicios, accesos y demás, preparados para la instalación posterior. Lo que hubiera supuesto mucho trabajo y riqueza para la localidad.

También se presentó a modo de idea la posibilidad de crear una bolsa de trabajo en la que estuvieran las empresas de Villena que quisieran, de todos los oficios que participan en este tipo de obras (que son muchos), y dar trabajo en Villena a las empresas locales, a través de una comisión que regulase la asignación de los terrenos, y repartiese de manera independiente el trabajo entre todos los integrantes de la bolsa.

Para el desarrollo del proyecto se nos preguntó cuánto terreno deberíamos de prever, y nosotros aconsejamos no menos de 100, ni más de 500 hectáreas.

Acuérdese de como en la última reunión, que fue a la que usted acudió, el alcalde (que pensó en una determinada zona), le encargo comprobar las protecciones de aquel territorio (pues era zona ZEPA), y usted dirigió una mirada a los presentes que evidenciaba que no iba a atender ese encargo.

Hoy tenemos el problema encima, y me encuentro con la rabia de haber ejercido de oráculo y que el desinterés político haya provocado que el peor pronóstico posible tenga ahora difícil solución.

Al principio del escrito le he dicho que no iba a defender a nadie, y efectivamente así lo haré. Efectivamente no fue usted el único en hacer oídos sordos.

Cuando el Partido Socialista alcanzo la Alcaldía, tuve una reunión sobre este tema en la que estábamos Javier Martínez, el actual alcalde y yo mismo. Los puse al día de las reuniones anteriores.

El resultado y el caso que me hicieron lo dejo a su imaginación, es decir, esta es la parte de mi declaración en la que uno mi testimonio al suyo.

Por: Ángel Giner