Hola, soy Celia Lledó y soy Alcaldesa de Villena. Así, como se presenta un adicto a una terapia de grupo, así quiero empezar este artículo ante el público, puesto que si pública ha sido mi afrenta, públicas deben ser mis explicaciones.
El 27 de mayo de 2007 fui elegida alcaldesa de mi ciudad por una mayoría absoluta hasta entonces desconocida por cualquier partido político en Villena. Empezamos a trabajar muy duro los doce concejales del partido popular entre los que me incluyo y todo parecía ir sobre ruedas, éramos once ediles en la treintena, sola una más mayor, que en su mayoría no habían tenido experiencia política previa, pero que se suplía con entusiasmo. Sin embargo, hubo un hecho que desencadenó la ruptura: mi apoyo al presidente Jose Joaquín Ripoll en el Congreso Provincial en diciembre de 2008.
Los once compromisarios que representaba Villena era un plato muy goloso para dejarse perder por la Candidatura del aspirante. Sus protectores y allegados tentaron a los inexpertos Concejales de Villena para que actuaran al margen de su alcaldesa. Fueron días duros donde vimos cómo nuestros propios compañeros nos traicionaban, se reunían a nuestras espaldas, pactaban o incluso presionaban a los compromisarios electos para apoyar a Ripoll para que cambiaran su voto durante el Congreso.
El Congreso terminó con un ganador de todos conocido y los Concejales que tan fuertemente se habían posicionado no podían olvidar y dejar pasar. Ahora el reto estaba en la Asamblea Local; si conseguían controlar el Partido en Villena podrían controlar las futuras listas. Comenzó entonces una campaña soterrada desde dentro, había que convencer a las bases para que no respaldaran a Celia, comenzó a ser habitual oír que algunos Concejales del PP hablaban del mal carácter de su alcaldesa, de su prepotencia... La asamblea local celebró las elecciones y salí elegida con el apoyo del más del setenta por ciento de las bases, no se conformaron.
El siguiente paso era desacreditar desde dentro con la única finalidad de mostrar que si había algún resultado era gracias a ellos y que el resto de sus compañeros éramos marginados por Valencia para conseguir proyectos y fondos. Poco a poco fueron cogiendo fuerza, eran cinco concejales que unidos podían determinar la obtención de la mayoría absoluta del Pleno, mes tras mes intentaban negociar su apoyo en el Pleno a cambio de más poderes personales. La amenaza con salirse del grupo municipal o incluso la moción de censura era constante.
En enero de 2010 tomamos la decisión más valiente. Me siento orgullosa del apoyo que entonces recibimos el resto de Concejales y yo de nuestra ejecutiva. Expusimos que la situación era insostenible y tras varios intentos de diálogo directo y con mediadores externos preferíamos que nos hiciesen una moción de censura a estar subyugados y mal gobernar Villena. Nos jugábamos mucho puesto que como luego se demostró, de no haber sido porque el partido socialista no quiso entrar, la moción de censura estaba preparada.
En aquel momento la ejecutiva del partido popular de Villena no lo dudó y nos dio su apoyo para no ceder al chantaje de nuestros antiguos compañeros, este hecho motivó que a finales de enero de 2010 cinco concejales, antes del PP, se declararan No adscritos. Por supuesto que ahora no lo iban a dejar pasar, pero nos habíamos quitado un gran peso de encima, ya no teníamos al enemigo dentro y podíamos seguir trabajando, mas duro sí, sacando el trabajo entre solo seis, puesto que otro de los concejales está desde hace más de un año de baja, negociando en cada Pleno para sacar adelante los proyectos con el resto de grupos municipales, pero contentos de volver a ser un grupo unido con el total apoyo del resto del partido.
La ley electoral no debería permitir que un Concejal que en su día fue elegido dentro de una lista de un partido, pueda abandonar el grupo permaneciendo en el escaño. Esta legislación favorece a las personas sin principios o sin escrúpulos capaces de intentar sacar partido personal a su voto en el Pleno. Si en Villena el electorado fue rotundo al respaldar al partido popular, no es justo que cinco personas lo abandonen y que ahora se permitan vender su voto al mejor postor. Pero no se conformarán sólo con esto y tienen que hacer su propia campaña.
En las últimas semanas he tenido que escuchar como se inventan historias de mi vida personal, las hacen circular como rumores o incluso las publican en páginas web, como se inventan sueldos astronómicos o como utilizan los medios de comunicación con la única finalidad de difamarme. En las próximas semanas la fiscalía de Alicante va a estar saturada con todas las denuncias falsas que le han mandado o le mandarán de Villena.
No es de extrañar que personas sin ideales ni principios piensen que pueden utilizar o inventar todo lo necesario para conseguir su propósito, y que colapsen los juzgados puesto que dada la lentitud de la justicia lo importante es denunciar que para cuando llegue la sentencia ya han llenado páginas y páginas.
No tengo ningún temor a que se me investigue, ni tengo nada que ocultar, sólo me duele que aprovechen para hacer daño a mis familiares y amigos.
Ni el ostentar un cargo, ni los dos mil doscientos euros al mes que cobro compensan que mi familia y yo estemos expuestos a semejante indefensión ante los medios de comunicación, pero el ver cada día como inauguramos un parque o un paseo, ver crecer cada día la rehabilitación de la Plaza de toros, terminar un Centro de día para enfermos de alzheimer, poner la primera piedra de un centro social de mayores, inaugurar una pista cubierta o un campo de césped... hacen que siga pensando que la política merece la pena y que es un orgullo ser la alcaldesa de Villena.
Si alguien me hubiera dicho que después de ganar con mayoría absoluta íbamos a tener semejantes problemas no le hubiera creído, pero no me arrepiento de nada y si me equivoqué con cinco personas es evidente que he acertado con algo más de una docena.
Es cierto eso que dicen que la política engancha, pido disculpas a mi familia y a todas las personas que me quieren a las que hago sufrir por esta adicción mía.
Me llamo Celia Lledó y soy la alcaldesa de Villena.
